Los hechos, se desarrollan en nuestros pueblos vecinos de Osa de la Vega situado a 6 km., Tresjuncos a 11 km. y Belmonte a 12 km.
Por todos es conocido que tal crimen solo ocurrió en las mentes del Juez y de la Guardia Civil, como muy bien reflejó Pilar Miró en su película.
En esta época era muy frecuente que los sucesos destacables, fuesen trasladados a coplas que los copleros iban vendiendo y recitando por los pueblos.
Aquí les mostramos la copla que se dedicó a este suceso, en plan más o menos festivo, pero no por ello menos trágico, y sobre todo el tremendo error judicial, al que se llega a través de la tortura de unos simples sospechosos.
COPLAS DEL CRIMEN DE CUENCA
Padres los que tengáis hijos,
hijos que tengáis parientas,
parientas que tengáis primos,
y primos que tengáis suegras.
Mirad que crimen más feo
En la provincia de Cuenca
cometieron tres ladrones
a eso de las doce y media.
Con un hacha, tres pistolas,
dos sables y una escopeta,
saltaron por una tapia
lo mismito que tres fieras.
Encuentran por fin al amo;
lo sacan en camiseta,
y en el corral, con el hacha,
le cortan brazos y piernas.
Buscaron a la criada,
y debajo de la artesa
la encuentran con el criado,
que estaba acostao con ella.
Y entonces el más canalla,
sacando un arma tremenda,
se tira sobre la chica,
que era andaluza y soltera.
Los otros dos asesinos
con el criado se enredan,
y el más viejo por delante
y el más joven a la inversa,
lo pusieron de pinchazos
lo mismito que una breva.
Y no contentos con esto,
lo cogen de la cabeza,
y al tenérsela en las manos,
se la cascan con dos piedras.
Muerto el amo, muerto el mozo
y la joven medio muerta,
los asesinos sacaron
morcillas de la despensa
y las frieron con vino,
y después con las tijeras,
destrozaron una sábana;
se llevaron dos pesetas ...
Y a un santo Cristo de barro
le dicen cosas muy feas,
y el santo Cristo se calla
pa descubrir la tragedia.
¿Quién quiere, por cinco céntimos,
tomar la parte primera?
Ahora, en la segunda parte,
damos del suceso cuenta,
donde se ve que el que mata,
asesina, roba o quema,
muere a manos del verdugo,
como murió Luis Candelas,
como murió Juan Palomo
y otros mil de su ralea.
¿Quién quiere, por cinco céntimos,
tomar la parte primera?
Padres los que tengáis hijos,
hijos que tengáis parientas,
mirad qué crimen más feo
en la provincia de Cuenca
cometieron tres ladrones
a eso de las doce y media.
Coplas facilitadas por la Carmela.
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