26 marzo 2008

CUENTECITOS



Aportación de ANTONIO OCHOA

EL TORO RATON

El toro que mató a un hombre en Sagunto dispara su caché como estrella de bous al carrer
Las peñas taurinas llegan a pagar 3.000 euros, el doble que con otro astado, por contratar a Ratón
La peligrosidad de un astado y su mortal trayectoria en las plazas y calles durante los bous al carrer hace que se revalorice, en algunos casos hasta los 3.000 euros. En la actualidad Ratón, el toro que este año se cobró la vida de una persona en Puerto de Sagunto, es uno de los más demandados por las peñas y que atrae a más afición.

Faraón, Modisto, Capitán, Gorrión, la vaquilla Marisol y ahora Ratón. Son algunos de los nombres de los toros más conocidos en las fiestas de bous al carrer.

Todos ellos arrastraban en su trayectoria cogidas y muertes de aficionados y por ello han pasado a la historia. Se trata de animales calificados como “muy buenos” y que atraen a la fiesta a un gran número de personas. Por ello, astados como estos pueden llegar a doblar el precio habitual, hasta alcanzar los 3.000 euros.

Este es el caso de Ratón, el toro que ha suscitado la polémica en torno a la conveniencia de contratar en las fiestas toros especialmente agresivos, con un historial de sangre en sus astas. Ahora, entre el revuelo formado surgen las voces críticas tanto de los defensores de este tipo de toros y de sus detractores.

Toro bravo
Los aficionados reconocen que el verdadero atractivo de los astados especialmente peligrosos está en que “se trata de toros que no tienen miedo cuando hay mucha gente”, tal y como comenta el presidente de la Peñas de Puerto de Sagunto, José Vicente Gálvez.

Precisamente, fue en esta localidad del Camp de Morvedre donde, el 24 del mes pasado, Ratón –de la ganadería de Gregorio de Jesús– quitó la vida a un aficionado. Un hecho que empañó el resto de las fiestas locales, pero no fueron las únicas que se vieron trastocadas por la llegada del astado.

La fama de Ratón proviene de la grave cogida que causó a un joven el año pasado en la localidad de Museros, cuando éste despuntaba. Éste suceso sólo fue el colofón a una tarde que estuvo llena de incidentes con otros aficionados, en las que el protagonista fue el mismo toro.

Pero su propietario, un ganadero de Sueca, defiende a capa y espada a su astado. “Es un toro normal que, como todos, lo único que hace es embestir”, afirma. Del mismo modo, desmiente que su trayectoria de cogidas e incidentes graves haya aumentado la demanda por parte de los peñistas, pese a que muchos reconocen que “contratar a Ratón no está al alcance de todos”.

Requisitos
Para el presidente de la Federación de Bous al carrer de la Comunitat Valenciana, Manuel Vicent, el día fatídico en Puerto Sagunto, Ratón cumplía con todos los requisitos que marca la normativa de bous al carrer. “Sean peligrosos o no, los toros de ganadería autóctona tienen que estar romos, es decir, que los cuernos deben estar afeitados”, explica Vicent.

Para el presidente, la polémica surgida responde a “los intereses de alguien mal aconsejado” que quiere desprestigiar la fiesta, apuntó sin dar nombres. Tanto Vicent como el presidente de la peña de Puerto de Sagunto coinciden en que la responsabilidad está en el aficionado que sale a la plaza y no del ganadero. “Un toro es peligroso porque es un toro”, sentencia José Vicente Gálvez. Ayer, LAS PROVINCIAS no pudo obtener la opinión al respecto de la Conselleria de Interior y Justicia, parte activa en la elaboración del nuevo decreto de Bous que contempla las obligaciones del participante.

Pese a las declaraciones de propietario del afamado toro de Sueca, entre el sector se reconoce que cuanto más agresivos son los astados más caché acumulan. “Hoy en día se pueden contratar toros desde 1.500 euros hasta los 6.000”, afirma un ganadero valenciano.

Los festeros, por su parte, están dispuestos ha pagar lo que esté en sus manos por ver un “buen espectáculo”, afirma Rafael, miembro de la peña Les Caixaes de Silla. Él recuerda a otras reses como Modisto o Marinero que, al igual que Ratón, se han ganado la fama a golpe de asta. Los más cotizados siguen siendo los que trabajan bien los obstáculos, embisten los barrotes y se suben a las pirámides y no los que dejan muertos en los pueblos, concluye.