Como todos sabemos, el SIDA es la abreviatura de Síndrome de Inmunodeficiencia
Adquirida es una enfermedad provocada por un virus que ataca y destruye de una manera progresiva al sistema inmunitario, debilitando todas las defensas del cuerpo humano, lo que hace que las personas que lo padecen, estén expuestas a una serie de enfermedades infecciosas que son las culpables del debilitamiento total, hasta llegar a causar la muerte del paciente. Este virus se llama virus de la inmunodeficiencia humana o VIH.
Para saber si una persona es portadora de el VIH es necesario hacerle un análisis específico.
El virus se transmite por distintas vías, pero siempre los contagios llegan a través de una persona portadora, y por supuesto a través de los distintos líquidos corporales, tales como la leche materna, sangre, semen, flujo vaginal.
La madre embarazada portadora, se lo transmite al feto durante el embarazo, el parto y la lactancia, por lo que si está embarazada, ha de evitar darle el pecho y seguir los consejos médicos. “Sin la terapia correspondiente, la mitad de los niños infectados con VIH muere antes de cumplir dos años, debido a las consecuencias de la infección”, subraya la directora del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Ann Veneman.
Por lo tanto, la manera de prevenir el contagio, es tomando las máximas precauciones que a continuación enumeramos: no mantener relaciones sexuales si no es debidamente protegidos utilizando el preservativo, no hay que pincharse con jeringas usadas por estas personas portadoras, hacerse tatuajes sin la garantía de la perfecta esterilización de las agujas y demás instrumental utilizado, no compartir cepillos de dientes, maquinillas de afeitar, etc. etc.
En los últimos 20 años, el número de infectados se triplicó y solo en el 2007, la ONU calculó 2,7 millones de nuevas infecciones. El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, reclamó más esfuerzos gubernamentales para afrontar el tema.
Hoy por hoy el SIDA no se cura, existe todo un arsenal de fármacos a disposición de los especialistas para combatir al virus..
Aunque ninguno de ellos, por sí solo o combinado, es capaz de destruir al virus, aunque consiguen frenar dramáticamente su multiplicación y, por tanto, su capacidad de hacernos daño, convirtiendo a la enfermedad en crónica, como pueden ser la diabetes o la insuficiencia renal. Hasta hace bien poco, tener el sida era prácticamente una condena de muerte segura a la que sólo le faltaba la fecha de ejecución.
Por lo que volvemos a insistir, que la mejor postura ante esta enfermedad es la prevención.
