06 noviembre 2009

MODO DIFERENTE DE HABLAR DEL AMOR

Con frecuencia soy invitado a hablar sobre el amor. Siento cierto reparo, porque esta palabra, amor, es una de las más desgastadas de nuestro lenguaje. Y como fenómeno interpersonal, uno de los más desmoralizados. Para no repetir lo que todo el mundo sabe y escucha, acostumbro a abordar el tema inspirado en uno de los mayores biólogos contemporáneos, el chileno Humberto Maturana. En sus reflexiones, el amor es contemplado como un fenómeno cósmico y biológico. Expliquemos lo que él quiere decir.

El amor se da dentro del dinamismo de la propia evolución, desde sus manifestaciones más primarias, de miles y miles de millones de años atrás, hasta las más complejas en el nivel humano. Veamos cómo el amor entra en el universo.

En el universo se dan dos tipos de acoplamientos (encajes) de los seres con su medio, uno necesario y otro espontáneo. El primero, el necesario, hace que todos los seres estén conectados unos a otros y acoplados a los respectivos ecosistemas, para asegurar su supervivencia. El otro acoplamiento se realiza espontáneamente. Los topquarks -primera densificación de la energía en materia- interactúan sin razones de supervivencia, por puro placer, en el fluir de su vivir. Se trata de encajes dinámicos y recíprocos entre todos los seres, no entre vivos y vivos. No hay justificación para ello. Ocurre porque ocurre. Es un acontecimiento original de la existencia en su pura gratitud. Es como la flor que florece por florecer.

Cuando uno se relaciona con otro (digamos dos protones) y así se crea un campo de relación, surge el amor como fenómeno cósmico. El amor tiende a expandirse y a alcanzar formas cada vez más inter-retro-relacionadas en los seres vivos, especialmente en los humanos. En nuestro nivel es más que simplemente espontáneo como en los demás seres: se hace proyecto de libertad que acoge conscientemente al otro y crea el amor como el más alto valor de la vida.

En esa deriva, surge el amor ampliado que es la socialización. El amor-relación es el fundamento del fenómeno social y no su consecuencia. En otras palabras: es el amor-relación el que da origen a la sociedad; ésta existe porque existe el amor, y no al contrario, como convencionalmente se cree. Si falta el amor-relación (el fundamento) se destruye lo social. Sin el amor, lo social adopta la forma de agregación forzada, de dominación de violencia, viéndose todos obligados a encajarse. Por eso siempre que se destruye el encaje y la congruencia entre los seres, se destruye el amor-relación, y con ello, la sociabilidad. El amor-relación es siempre una apertura al otro y una convivencia y co-munión con el otro.

No fue la lucha por la supervivencia del más fuerte lo que garantizó la persistencia de la vida y de los individuos hasta los días actuales, sino la cooperación y el amor-relación entre ellos. Los ancestros homínidos pasaron a ser humanos en la medica en que más y más compartían entre sí los resultados de la cosecha y de la caza y compartían sus afectos. El propio lenguaje que caracteriza al ser humano surgió en el interior de este dinamismo de amor-relación. La actual crisis se originó, en parte, por la excesiva competición y por la falta de cooperación. Está bien una sociedad con mercado, pero no sólo de mercado.

¿Cómo se caracteriza el amor humano? Responde Maturana: «lo que es especialmente humano en el amor no es el amor, sino lo que hacemos con el amor en cuanto humanos; es nuestra manera particular de vivir juntos como seres sociales en el lenguaje; sin amor nosotros no somos seres sociales.

Como se desprende, el amor es un fenómeno cósmico y biológico. Al llegar al nivel humano, se revela como un proyecto de la libertad, como una gran fuerza de unión, de mutua entrega y de solidaridad. Las personas se unen y recrean por el lenguaje amoroso el sentimiento de benevolencia y de pertenencia a un mismo destino.

Sin el cuidado esencial, el encaje del amor-relación no se da, no se conserva, no se expande, ni permite la consorciación entre los demás seres. Sin el cuidado no hay atmósfera que propicie el florecimiento de aquello que verdaderamente humaniza: el sentimiento profundo, la voluntad de compartir y la búsqueda del amor.

Creo que hablar así del amor tiene sentido, porque nos hace más humanos.

Leonardo Boff

LA VIRGEN DA PLANTON A 10.000 CATOLICOS IRLANDESES

Unos 10.000 católicos irlandeses esperaron infructuosamente a la Virgen el sábado en el santuario de Nuestra Señora de Knock, según Irish Central. El vidente y sanador espiritual dublinés Joe Coleman había predicho que iba a aparecerse a las 15 horas ante las personas de buen corazón. No debía de haber ninguna entre la fervorosa multitud que llenó la basílica del Lourdes irlandés, que recibe 1,5 millones de peregrinos al año. A principios de octubre, el vidente ya había reunido con el mismo cuento a 5.000 fieles, algunos de las cuales dijeron después haber visto bailar el Sol, un clásico de las apariciones marianas.

"Estos acontecimientos son más para lamentar que para alentar", comentó hace una semana el arzobispo de Tuam, Michael Neary, quien añadió que "no es sano" buscar "fenómenos extraordinarios" en unas concentraciones que "corren el riesgo de inducir a error al pueblo de Dios y debilitar su fe". Está bien que la Iglesia reconozca que las peregrinaciones milagreras son una tomadura de pelo. Podía hacerlo también con las de Lourdes y otros santuarios marianos que movilizan cada año a decenas de miles de personas tan desesperadas como rebosantes de fe, gente que viaja en busca de curaciones milagrosas como, si de existir y meterse en los asuntos humanos, la Virgen no hubiera mostrado ya su infinita crueldad haciendo enfermar a los peregrinos o sus seres queridos.

Por si el plantón de la Virgen de Knock no fuera bastante, el periodista irlandés Eoghan Harris ha dicho que la aparición original de 1879 fue un fraude. Ha contado que su abuelo, un granjero de la región, creía, como otros lugareños, que todo fue una creación de dos policías equipados con una linterna mágica, un aparato que permite proyectar imágenes sobre paredes y era muy popular entonces. De hecho, las quince personas que presenciaron el fenómeno el 21 de agosto de 1879 vieron las imágenes de la Virgen, san José y san Juan Evangelista en la fachada sur de la iglesia parroquial, que recordaban bañada por una extraña luz.

QUINCE MIL EMPRESARIOS MEXICANOS ABAMDONAN EL DF POR LA DELINCUENCIA

Lapidaria la cifra que avienta como losa Juan de Dios Barba Nava, presidente de Coparmex del Distrito Federal: cerca de 15,000 empresarios han salido de la Ciudad de México en los últimos dos años debido a la inseguridad.

En entrevista con Milenio, Barba Nava comenta que aproximadamente 25% de 4,000 intentos mensuales de extorsión telefónica son a empresarios. De esos, 15% se ven extorsionados. Es decir, 600 personas al mes, cuando menos, son víctimas de chantaje.

En cuanto a las denuncias por abuso de confianza y fraude, asegura que el grado de impunidad es de 97%, pues primero "hay que convencer al Ministerio Público y después llevar ese juicio ante un juez de lo penal".

El líder empresarial acusó que son blanco de la delincuencia organizada que exige cuotas y como ejemplo cito casos en Tultitlán y Cuautitlán; en Ecatepec, con Gustavo A. Madero; en Naucalpan, frontera de Azcapotzalco, y la parte oriente, con Nezahualcóyotl e Iztapalapa. Hay casos de gente que es o se hace pasar por miembros de La Familia y otros grupos delictivos.

Agregó que en el ramo restaurantero el consumo cayó 25%. "Ahorita estamos recuperando los niveles de actividad económica que se tenían antes de la emergencia sanitaria, pero ya para ese entonces traíamos 15% de caída con respecto al año pasado".

Aclaró que el empresario no nada más es aquel que tiene miles de empleados, sino también el que tiene un empleado o trabaja por su cuenta. La inseguridad pública afecta todos los niveles. Además de que las denuncias de extorsión o intentos las tienen de socios y no socios de Coparmex.

KFL

MODO DIFERENTE DE HABLAR DEL AMOR

Con frecuencia soy invitado a hablar sobre el amor. Siento cierto reparo, porque esta palabra, amor, es una de las más desgastadas de nuestro lenguaje. Y como fenómeno interpersonal, uno de los más desmoralizados. Para no repetir lo que todo el mundo sabe y escucha, acostumbro a abordar el tema inspirado en uno de los mayores biólogos contemporáneos, el chileno Humberto Maturana. En sus reflexiones, el amor es contemplado como un fenómeno cósmico y biológico. Expliquemos lo que él quiere decir.

El amor se da dentro del dinamismo de la propia evolución, desde sus manifestaciones más primarias, de miles y miles de millones de años atrás, hasta las más complejas en el nivel humano. Veamos cómo el amor entra en el universo.

En el universo se dan dos tipos de acoplamientos (encajes) de los seres con su medio, uno necesario y otro espontáneo. El primero, el necesario, hace que todos los seres estén conectados unos a otros y acoplados a los respectivos ecosistemas, para asegurar su supervivencia. El otro acoplamiento se realiza espontáneamente. Los topquarks -primera densificación de la energía en materia- interactúan sin razones de supervivencia, por puro placer, en el fluir de su vivir. Se trata de encajes dinámicos y recíprocos entre todos los seres, no entre vivos y vivos. No hay justificación para ello. Ocurre porque ocurre. Es un acontecimiento original de la existencia en su pura gratitud. Es como la flor que florece por florecer.

Cuando uno se relaciona con otro (digamos dos protones) y así se crea un campo de relación, surge el amor como fenómeno cósmico. El amor tiende a expandirse y a alcanzar formas cada vez más inter-retro-relacionadas en los seres vivos, especialmente en los humanos. En nuestro nivel es más que simplemente espontáneo como en los demás seres: se hace proyecto de libertad que acoge conscientemente al otro y crea el amor como el más alto valor de la vida.

En esa deriva, surge el amor ampliado que es la socialización. El amor-relación es el fundamento del fenómeno social y no su consecuencia. En otras palabras: es el amor-relación el que da origen a la sociedad; ésta existe porque existe el amor, y no al contrario, como convencionalmente se cree. Si falta el amor-relación (el fundamento) se destruye lo social. Sin el amor, lo social adopta la forma de agregación forzada, de dominación de violencia, viéndose todos obligados a encajarse. Por eso siempre que se destruye el encaje y la congruencia entre los seres, se destruye el amor-relación, y con ello, la sociabilidad. El amor-relación es siempre una apertura al otro y una convivencia y co-munión con el otro.

No fue la lucha por la supervivencia del más fuerte lo que garantizó la persistencia de la vida y de los individuos hasta los días actuales, sino la cooperación y el amor-relación entre ellos. Los ancestros homínidos pasaron a ser humanos en la medica en que más y más compartían entre sí los resultados de la cosecha y de la caza y compartían sus afectos. El propio lenguaje que caracteriza al ser humano surgió en el interior de este dinamismo de amor-relación. La actual crisis se originó, en parte, por la excesiva competición y por la falta de cooperación. Está bien una sociedad con mercado, pero no sólo de mercado.

¿Cómo se caracteriza el amor humano? Responde Maturana: «lo que es especialmente humano en el amor no es el amor, sino lo que hacemos con el amor en cuanto humanos; es nuestra manera particular de vivir juntos como seres sociales en el lenguaje; sin amor nosotros no somos seres sociales.

Como se desprende, el amor es un fenómeno cósmico y biológico. Al llegar al nivel humano, se revela como un proyecto de la libertad, como una gran fuerza de unión, de mutua entrega y de solidaridad. Las personas se unen y recrean por el lenguaje amoroso el sentimiento de benevolencia y de pertenencia a un mismo destino.

Sin el cuidado esencial, el encaje del amor-relación no se da, no se conserva, no se expande, ni permite la consorciación entre los demás seres. Sin el cuidado no hay atmósfera que propicie el florecimiento de aquello que verdaderamente humaniza: el sentimiento profundo, la voluntad de compartir y la búsqueda del amor.

Creo que hablar así del amor tiene sentido, porque nos hace más humanos.

Leonardo Boff

ANIVERSARIO DE LA CAIDA DEL MURO DE BERLIN

Hace 20 años, un 9 de noviembre, caía el famoso muro de Berlín. Por fin, los alemanes del este y el oeste podían mirarse a la cara sin tener que arriesgar su vida al atravesar alambradas con perros adiestrados, cerca de 300 torres de vigilancia y vallas de hormigón.

Pero, para sorpresa de propios y extraños, lo que se vio al otro lado fue una industria obsoleta, una calidad de vida al estilo comunista y un reajuste moral que había que digerir. Y todavía se nota que la reunificación de Alemania no se ha completado del todo.

Antes de la caída del muro, cuando aún presidía el país Eric Honecker, para pasar al oeste, los visitantes tenían que introducirse en un autocar turístico y atravesar el 'Checkpoint Charlie', rezando para que no ocurriera nada raro y la policía de la DDR no te diera ningún susto.

Las medidas de seguridad eran tan estrictas que metían los perros a husmear las pertenencias de quienes se aventuraban a visitarles. Por la calle, todos iban vestidos de gris y caminaban en la misma dirección; las casas cercanas a esta frontera, derruidas -para que no se les olvidara la guerra, decían- y en cada esquina una garita de policía. Apenas te dejaban bajar del autocar o tomar fotografías, salvo en el parque mausoleo de Lenin y en el museo Pergamon.

Ya entonces, aparecía ante el viajero que tras la derrota nazi, el reparto de Berlín, fijado en el Tratado de Postdam, y firmado por Stalin, Truman (sustituto de Roosevelt, fallecido) y Atlee (derrotó a Churchill en las elecciones) fue de risa. Stalin engañó a los aliados, que cayeron en la trampa por novatos. Se quedó con la parte más bonita y señorial (la mitad de Berlín) y les dejó los edificios destruidos.

Por eso, aún hoy, cuando uno pasea por Berlín, se pueden apreciar claramente las dos partes de la ciudad. Partiendo de la Alexander Platz, por ejemplo, se pasa por la isla de los museos y se llega a la avenida Unter der Linden, (caminando bajo los tilos) justo la que desemboca en la famosa Puerta de Brandemburgo, construida en 1789en estilo clasicista.

La Puerta está decorada con una cuadriga llevada por la diosa Eirene y con figuras que muestran la paz, aunque siempre se ha asociado a la guerra y ha sido símbolo de la escisión.

Un poco más allá, curiosidades de la vida, un parque dedicado a las víctimas del holocausto nazi con 2.711 lápidas de cemento, colocadas a distintas alturas. Pensado por Peter Eisenman como lugar de reflexión sobre la suerte de los 6 millones de judíos exterminados durante el nazismo, el lugar es sobrecogedor.

También muy cerca de la famosa puerta se encuentra el edificio más visitado de Berlín, el Reichstag, sede del Parlamento. Construido entre 1884 y 1894 por el arquitecto Paul Wallot, bajo el estilo neo-renacentista, sufrió, al menos eso dicen los más críticos, la rehabilitación de Norman Foster, que colocó una cúpula de cristal encima del edificio y que permite tener una gran vista de la ciudad, aunque no comparable a la de la Torre de Televisión, de 368 metros de altura, también en la zona oriental.

Tampoco hay que perderse la visita a la isla de los museos, formada por cinco edificios construidos durante el siglo XIX entre los que destaca el Pergamon. Allí está el altar y la Puerta de Ishtar, que trasladaron piedra a piedra desde Persia (Babilonia).
Contemplar los restos del muro que artistas anónimos pintan cada día es otro de los atractivos. East Side Gallery es el lugar más recomendable para verlo, ya que es donde más tramo del mismo se mantiene en pie.
Fuente: Ecodiario