En el año de los grandes ajustes, la dirigente ‘popular’ sólo se ha rebajado el sueldo un 7%, menos de la mitad que el 15% que se ha bajado el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda.Según establece el artículo 24 bis de la Ley Electoral de Castilla-La Mancha, los candidatos deben presentar la declaración de bienes con las actividades de naturaleza laboral, económica o profesional desempeñadas en los cinco años anteriores y, en ella, deben figurar los cargos públicos desempeñados, aunque no tengan retribución, las actividades de gestión, dirección o asesoramiento, etc. Asimismo, dicha declaración debe incluir la relación de bienes inmuebles, el valor de los saldos medios de los depósitos bancarios, los vehículos y otras propiedades, entre otros.
De la declaración de actividades y bienes de la secretaria general del PP y candidata a la Presidencia de Castilla-La Mancha correspondiente al 28 de abril de 2011, a la que ha tenido acceso CLMPRESS, se desprende que en 2010 cobró 223.918,06 euros brutos procedentes de varios cargos: 41.270,58 euros del Senado; 153.271,44 del Partido Popular; 3.542,58 euros de Trienios de Abogacía del Estado; 25.513,32 de indemnización del Reglamento del Senado (cantidad exenta de tributación) y 320,14 euros de intereses de cuentas.
Además, la declaración recoge la posesión de un piso en Madrid de 265 metros cuadrados, al 50%, y también le corresponde el 33,33% de un local en Albacete de 143 metros cuadrados.
Unos datos de los que se desprende que Cospedal cobra más del doble que el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, que ingresó el año pasado 87.707 euros como presidente y como diputado regional del PSOE, 13.371,26 euros.
En este sentido, Cospedal cobra lo mismo que 23 trabajadores, es decir, 23 veces el salario anual de un empleado con Salario Mínimo Interprofesional; durante estos años ha dedicado un día y medio a Castilla-La Mancha, suele faltar a las votaciones en el Senado y en cuatro años ha intervenido en contadas ocasiones, sólo en siete preguntas orales desde su escaño. Nunca se ha subido a la tribuna del Pleno, ni ha intervenido en una Comisión.
En 2009 María Dolores de Cospedal tuvo unos ingresos de más de 240.000 euros que recibía del Senado, del PP nacional y de trienios de la Abogacía del Estado.
En 2010, año de reajustes, los ingresos de la dirigente ‘popular’ sólo bajaron un 7%, por debajo del 15% que lo han hecho todas las remuneraciones de los Miembros del Gobierno de España, Parlamentarios Nacionales y por debajo del 15% que se redujo el sueldo el presidente de Castilla-La Mancha o los consejeros del Gobierno regional.
En esta declaración llama la atención la caída del saldo medio en sus cuentas bancarias, sin que Cospedal haya consignado en su declaración de bienes la adquisición de ningún nuevo bien o inmueble, ni de ninguna inversión o amortización de ninguna deuda. Su saldo medio a 27 de abril de 2011 es de 50.541,85 euros, frente a los 508.822 que señalaba como saldo medio en sus cuentas a 29 de julio de 2010.
05 mayo 2011
Ptolomeo, los cimientos de la astrología y más de 400 años de fraude.
A día de hoy aún podemos ver a altas horas de la madrugada como algunos astrólogos aparecen entre los anuncios de teletienda de gran parte de cadenas televisivas para deleitar a los incautos que aún están despiertos con su gran don. Aún peor es ver como ocupan cuñas en algunos de los programas de tertulia (por ser políticamente correcto), que lamentablemente están entre los más vistos de la televisión.
Pese al avance del pensamiento crítico y el hecho de que la astrología haya sido mostrada como una creencia mística sin ningún tipo de rigor científico, no sólo la seguimos encontrando en la televisión, sino que también la encontramos en gran parte de periódicos, en forma del famoso horóscopo, o en individuos con más cara que espalda que están dispuestos a adivinar tu futuro observando los astros.
En nuestro universo de conocimiento actual algo tan descabellado como la astrología no tiene ninguna cabida racional, gracias a los avances de los últimos cinco siglos en la observación de los astros y su comportamiento. Pero hubo un tiempo en el que todo tuvo sentido y una razón de ser, entonces Tycho Brahe no había hecho anotaciones de lo observado el cielo, Galileo Galilei no había inventado el telescopio y Copérnico no había demostrado que la Tierra gira en torno al Sol.
Desde que el hombre pasó de ser nómada a sedentario, dejó de observar únicamente la Tierra para alzar la vista a los cielos. Fue entonces cuando las primeras civilizaciones comenzaron a contar los días, los ciclos lunares (a los que llamaron meses) y los ciclos solares (a los que llamaron años). Los astros cercanos parecían influir notablemente sobre la Tierra, pero no fue hasta que Ptolomeo escribió Tetrabiblos en el siglo II después de Cristo cuando se intentó dar por primera vez sentido a todo. Ptolomeo lo tenía claro, si los ciclos solares y lunares influían sobre la Tierra, ¿por qué no iban a influir también los astros menores del firmamento?
En Tetrabiblos, Ptolomeo habla de la influencia de todos los astros del firmamento como algo únicamente físico, una más de muchas fuerzas desconocidas. Consideraba que observando cuidadosamente los cielos, y buscando las correspondencias entre los acontecimientos celestes y terrestres, se podrían conseguir algunas predicciones útiles, aunque no fueran matemáticamente fiables.
De los cuatro libros de los que trata Tetrabiblos, los dos primeros hablan sobre la geografía astrológica, donde se definen el horóscopo y los 12 signos del zodiaco que han llegado a nuestros días, y la predicción del tiempo, intentando emular a los marineros que eran capaces de predecir las lluvias observando los cielos. Los dos últimos son los que hablan sobre la influencia de los astros celestes en el ser humano, y es en estos dos libros donde Ptolomeo habla de la predicción del destino de una persona según la posición de los astros en el momento de su nacimiento.
Como ya he expuesto, pensar en la influencia de los astros sobre la Tierra y los hombres tenía sentido en tiempos de Ptolomeo, y un hecho es que el Tetrabiblos fue el libro de referencia de los astrólogos durante toda la edad media, pero fue entonces cuando Brahe, Galileo y Copérnico desmontaron por completo la geografía astrológica descrita por Ptolomeo en su primer libro, y con ello toda la fiabilidad de Tetrabiblos se desmoronó por completo.Ahora han pasado cuatro siglos desde que la astrología perdió toda credibilidad y aún sigue siendo un negocio en nuestros días. Pero no sólo eso, sino que ahora tiene menos sentido que tal y como la describió Ptolomeo. Ahora, buscando en una guía telefónica, en Internet o quedándonos despiertos hasta altas horas de la mañana, podemos encontrar sin problemas un número de teléfono para llamar a un astrólogo y preguntarle por nuestro futuro. ¿Pero sabéis qué? Ptolomeo nunca fue capaz de responder interrogantes sobre el futuro, ya que según él los astros sólo influían sobre el ser humano según estuvieran situados en el momento de su nacimiento.
Yendo más allá. A causa de la precesión de los equinocios, en nuestro tiempo no vemos las estrellas tal y como las veía Ptolomeo, por ello los signos del zodiaco han cambiado. El Sol entra y sale de cada signo en días distintos a los que lo hacía dos milenios atrás, y no sólo eso, sino que además el Sol al recorrer los signos del zodiaco se introduce en un signo que no existía para Ptolomeo, ya que entonces el Sol no pasaba por él: Ofiuco.
Con todo esto me pregunto en alto. ¿Cuántos de los astrólogos que intentan contribuir amablemente a los gastos de muchos crédulos son conscientes de la historia de la astrología, y de por qué su negocio es un fraude?
Por Milhaud
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Referencia bibliográfica:
“Los descubridores” de Daniel J. Boorstin
Pese al avance del pensamiento crítico y el hecho de que la astrología haya sido mostrada como una creencia mística sin ningún tipo de rigor científico, no sólo la seguimos encontrando en la televisión, sino que también la encontramos en gran parte de periódicos, en forma del famoso horóscopo, o en individuos con más cara que espalda que están dispuestos a adivinar tu futuro observando los astros.
En nuestro universo de conocimiento actual algo tan descabellado como la astrología no tiene ninguna cabida racional, gracias a los avances de los últimos cinco siglos en la observación de los astros y su comportamiento. Pero hubo un tiempo en el que todo tuvo sentido y una razón de ser, entonces Tycho Brahe no había hecho anotaciones de lo observado el cielo, Galileo Galilei no había inventado el telescopio y Copérnico no había demostrado que la Tierra gira en torno al Sol.
Desde que el hombre pasó de ser nómada a sedentario, dejó de observar únicamente la Tierra para alzar la vista a los cielos. Fue entonces cuando las primeras civilizaciones comenzaron a contar los días, los ciclos lunares (a los que llamaron meses) y los ciclos solares (a los que llamaron años). Los astros cercanos parecían influir notablemente sobre la Tierra, pero no fue hasta que Ptolomeo escribió Tetrabiblos en el siglo II después de Cristo cuando se intentó dar por primera vez sentido a todo. Ptolomeo lo tenía claro, si los ciclos solares y lunares influían sobre la Tierra, ¿por qué no iban a influir también los astros menores del firmamento?
En Tetrabiblos, Ptolomeo habla de la influencia de todos los astros del firmamento como algo únicamente físico, una más de muchas fuerzas desconocidas. Consideraba que observando cuidadosamente los cielos, y buscando las correspondencias entre los acontecimientos celestes y terrestres, se podrían conseguir algunas predicciones útiles, aunque no fueran matemáticamente fiables.
De los cuatro libros de los que trata Tetrabiblos, los dos primeros hablan sobre la geografía astrológica, donde se definen el horóscopo y los 12 signos del zodiaco que han llegado a nuestros días, y la predicción del tiempo, intentando emular a los marineros que eran capaces de predecir las lluvias observando los cielos. Los dos últimos son los que hablan sobre la influencia de los astros celestes en el ser humano, y es en estos dos libros donde Ptolomeo habla de la predicción del destino de una persona según la posición de los astros en el momento de su nacimiento.
Como ya he expuesto, pensar en la influencia de los astros sobre la Tierra y los hombres tenía sentido en tiempos de Ptolomeo, y un hecho es que el Tetrabiblos fue el libro de referencia de los astrólogos durante toda la edad media, pero fue entonces cuando Brahe, Galileo y Copérnico desmontaron por completo la geografía astrológica descrita por Ptolomeo en su primer libro, y con ello toda la fiabilidad de Tetrabiblos se desmoronó por completo.Ahora han pasado cuatro siglos desde que la astrología perdió toda credibilidad y aún sigue siendo un negocio en nuestros días. Pero no sólo eso, sino que ahora tiene menos sentido que tal y como la describió Ptolomeo. Ahora, buscando en una guía telefónica, en Internet o quedándonos despiertos hasta altas horas de la mañana, podemos encontrar sin problemas un número de teléfono para llamar a un astrólogo y preguntarle por nuestro futuro. ¿Pero sabéis qué? Ptolomeo nunca fue capaz de responder interrogantes sobre el futuro, ya que según él los astros sólo influían sobre el ser humano según estuvieran situados en el momento de su nacimiento.
Yendo más allá. A causa de la precesión de los equinocios, en nuestro tiempo no vemos las estrellas tal y como las veía Ptolomeo, por ello los signos del zodiaco han cambiado. El Sol entra y sale de cada signo en días distintos a los que lo hacía dos milenios atrás, y no sólo eso, sino que además el Sol al recorrer los signos del zodiaco se introduce en un signo que no existía para Ptolomeo, ya que entonces el Sol no pasaba por él: Ofiuco.
Con todo esto me pregunto en alto. ¿Cuántos de los astrólogos que intentan contribuir amablemente a los gastos de muchos crédulos son conscientes de la historia de la astrología, y de por qué su negocio es un fraude?
Por Milhaud
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Referencia bibliográfica:
“Los descubridores” de Daniel J. Boorstin
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