18 febrero 2009

HACERSE VIEJO

El otro día un nieto me hizo la siguiente pregunta: ¿Que sientes al ser viejo?
Me sorprendió mucho, ya que no me considero viejo. Hacerse viejo. He decidido asumirlo como un regalo.
Ahora soy yo, probablemente por primera vez en mi vida me siento como la persona que siempre quise ser.
Algunas veces me desespero de mi cuerpo, las arrugas, las ojeras y la calvicie, y a menudo me sorprendo de aquella persona vieja que vive en mi espejo, pero ya no me preocupo mucho de estas cosas.
Solo se que no cambiaría mis sorprendentes amigos, y mi maravillosa vida, por menos canas o un cuerpo musculoso. Al envejecer, me he vuelto más amable conmigo y menos autocrítico. Me he convertido, en mi mejor amigo.
No me regaño por comer esa galleta extra, o por no hacer mi cama o por no comprar ese juego de jardín que no necesitaba.
Estoy en mi derecho de ser un poco desordenado, extravagante y oler las flores.
He visto a muchos amigos irse de este mundo muy pronto, antes de que entendieran la libertad que viene con el hacerse viejo.
¿A quién le interesa si escojo: leer o jugar en el ordenador hasta las 4 de la mañana y después dormir hasta quien sabe que hora?
Bailaré conmigo a esos maravillosos acordes de los años 50 y 60, y si deseo en ese momento llorar por algún amor perdido !Seguro que lo haré!.
Caminaré por la playa con un traje de baño completo a pesar de las miradas de compasión de aquellos que usan bikini…
Ellos también algún día se harán viejos. (Si tienen suerte).
Sé que algunas veces soy olvidadizo. Pero me acuerdo de las cosas importantes.
A través de los años mi corazón se ha rotó. ¿Como no puede romperse el corazón cuando pierdes a alguien querido o cuando ves sufrir a un niño o cuando muere una persona?
Pero el corazón roto es lo que nos da la fuerza, entendimiento y compasión. Un corazón que nunca se ha roto, nunca sabrá de la felicidad de ser imperfecto.
Soy bendito por haber vivido lo suficiente para que mis cabellos se vuelvan grises. Y aun así conservar la sonrisa de mi juventud.
Tantos no se han reído, y tantos han muerto antes de que sus cabellos se volvieran plateados.
Puedo decir “NO”, y querer decirlo.
Puedo decir “SI”, y querer decirlo.
Cuando vas envejeciendo, es más fácil ser positivo. Te preocupas menos de lo que las otras personas puedan pensar.
Hasta me he ganando el derecho a estar equivocado.
Me gusta ser viejo, porque ¡¡¡Me he dado libertad!!!
Me gusta ser la persona en la que me he convertido.
No voy a vivir para siempre, pero mientras este aquí, no perderé tiempo en lamentar de lo que pudo ser, o preocuparme de lo que será.
Comeré postre todos los días, (Si así lo deseo)
Amare sencillamente... Amare generosamente... Hablare amablemente...
¡Qué bello es contemplar las flores y aspirar su fragancia en los ratos de nuestra vejez !
¡Que bellas son las mariposas que vuelan de flor en flor !
Queridos amigos: Disfruten sus años de vida y no sufran por haber perdido la juventud...
Vivan y amen profundamente, Uds. tienen un gran valor...
Nacemos y ya sabemos como es el destino del viaje, aquello que no sabemos es como es el final...
Este tren se detiene en muchas estaciones. Eso si que nunca sabremos en cual de ellas alguien nos dirá... "HASTA AQUÍ LLEGÓ SU VIAJE"...
Mientras tanto, !! PRIMORDIALMENTE... VIVAMOS !!
Nada se repite y los momentos son únicos, y debemos vivirlos al máximo...
!! HONREMOS LA VIDA !! ¡¡¡ Sonrían cada mañana porque ha asomado el Sol por tus ventanas!!!