La mayoría absoluta concedida por los desesperados a la banda del Pepe creyendo sus mentiras, ha provocado en los ciudadanos que aún conservan empleo terror a que los patrones los pongan en la calle, e insolidaridad con el resto de los asalariados en paro o no.
Quienes han ido hoy a trabajar lo han hecho por miedo a represalias de la banda Pepe y su patronal que al fin ha terminado por desvelar sus fines de explotación.
Estamos siendo agredidos por una pandilla de imbéciles herederos del franquismo que solo consiguieron crear empleo para los españoles en el extranjero a donde fueron a parar millones para quitarse el hambre. Así es que si fracasan las huelgas contra las injusticias de una clase dirigente sin conciencia, la única alternativa que nos dejan para librarnos del chapapote mariano es coger al toro por los cuernos y emprender una revolucion real, porque si no lo hacemos, a la larga la acumulación de ira provocará tales disturbios que terminaremos por comeros unos a otros.
No olvidemos que esta derechona española procede de las cavernas de Atapuerca y que por eso ven a los asalariados como elemento trófico.
