27 noviembre 2008

OPINION DEL MINISTRO AUSTRALIANO DEL INTERIOR

SYDNEY, may 23, 2008 (Sun Times)

El primer ministro australiano, John Howard, dijo el miércoles a los musulmanes que quieran vivir bajo la Sharia islámica que se marchen de Australia; en unos momentos en que el gobierno se encuentra aislando a posibles grupos radicales que podrían en un futuro lanzar ataques terroristas contra el pueblo de esa isla-continente.

Asimismo, Howard despertó la furia de algunos musulmanes australianos cuando dijo que ha dado todo su apoyo a las agencias de contrainteligencia australianas para que espíen en las mezquitas que hay en la nación.
'Los que tienen que adaptarse al llegar a un nuevo país son los inmigrantes, no los australianos', expresó con firmeza el mandatario. 'Y si no les gusta, que se vayan. Estoy harto de que esta nación siempre se esté preocupando de no ofender a otras culturas o a otros individuos. Desde el ataque terrorista en Bali, hemos experimentado un incremento de patriotismo entre los australianos'.

'Nuestra cultura se ha desarrollado sobre siglos de luchas, pruebas y victorias de millones de hombres y mujeres que vinieron aquí en busca de libertad', agregó Howard.

'Aquí hablamos inglés fundamentalmente', dijo el primer ministro en un momento de su enérgico discurso. 'No hablamos árabe, chino, español, ruso, japonés ni ninguna otra lengua. Por lo tanto, si los inmigrantes quieren convertirse en parte de esta sociedad, ¡que aprendan nuestro idioma!'

El mandatario continuó diciendo que la mayoría de los australianos son cristianos. 'Esto no es un ala política ni un juego político. Se trata de una realidad. Se trata de hombres y mujeres de ascendencia cristiana que fundaron esta nación basándose en principios cristianos, lo cual está bien documentado en todos nuestros libros. Por lo tanto, es completamente adecuado demostrar nuestra creencia en las paredes de nuestras escuelas. Si Cristo les ofende, entonces les sugiero que busquen otra parte del mundo para vivir, porque Dios y Jesucristo son parte de nuestra cultura'.

'Toleraremos vuestras creencias, pero teneis que aceptar las nuestras para poder vivir en armonía y paz junto a nosotros', advirtió Howard. 'Este es nuestro país, nuestra patria, y estas son nuestras costumbres y estilo de vida. Permitiremos a todos que disfruteis de lo nuestro, pero cuando dejeis de quejaros, de lloriquear y de protestar contra nuestra bandera, nuestra lengua, nuestro compromiso nacionalista, nuestras creencias cristianas o nuestro modo de vida. Os recomiendo encarecidamente que aprovecheis la gran oportunidad de libertad que teneis en Australia. ¡Aquí tenéis el derecho de iros a donde más os convenga!'

'A quienes no les guste cómo vivimos los australianos', prosiguió Howard. 'Tienen la libertad de marcharse. Nosotros no los obligamos a venir. Ustedes pidieron emigrar aquí, así que ya es hora de que acepten al país que los acogió'.

MEMORIA HISTORICA

La extrema derecha de este País está teniendo una reacción contra la iniciativa del Juez Garzón sobre los crímenes del Régimen franquista, que no hace sino demostrar cuál es su verdadera ideología.
Pilar Izquierdo Teruel y Julio Ortega Fraile
Como en esas películas de bajo presupuesto en las que una legión de zombies con aspecto de clones lobotomizados, de caminar rígido, cuencas vacías y miembros amputados perseguían a la desdichada víctima así se sienten algunos, acosados por los esqueletos descoyuntados pertenecientes a los restos mortales que llenan las fosas en las que fueron arrojados por parte del régimen criminal de Francisco Franco y de su pérfida cohorte de colaboradores.

Son muertos sin nombre y nombres sin muerto a los que muchos años después, se les pretende aplicar en cierto modo y aunque sea de forma simbólica, la justicia que se les negó cuando fueron ejecutados por esos canallas. Un desagravio tardío y muy tenue que para los condenados por creer en la libertad y por defenderla ya nada significa, pero que sí tiene valor para sus deudos y descendientes y sobre todo, puede liberar a la conciencia colectiva de una sensación tan prolongada de apatía, de cobardía y de silencio acerca de uno de los episodios más sangrientos y vergonzosos que ha vivido este País.

Pero he aquí que esta digna iniciativa promovida por el Señor Baltasar Garzón molesta e incomoda a unos cuantos y es tal su reacción de rechazo e inquina hacia ella y su impulsor, que es fácil pensar que incluso les asusta; es una preocupación obsesiva la suya que parece ir más allá de un mero desacuerdo. ¿Cuáles serán los motivos de este temor a que se arroje más luz sobre ese pasado reciente?.

“La memoria histérica” le llaman desde los micrófonos de la COPE, pretendiendo hacer una “gracieta” con un asunto tan doloroso y es tan baja y mezquina la condición de los que así se expresan desde la cadena dirigida por la misma Iglesia que situó al dictador bajo palio, que no son capaces en su ruindad moral de darse cuenta de que están teniendo un comportamiento miserable y mostrado su complicidad moral con los que ordenaron y perpetraron aquellos asesinatos infames y que estos parecen querer justificar.

No hay más que ver a los que se oponen al trabajo emprendido por el Juez Garzón, los que incluso lo insultan y los que están tratando por todos los medios a su alcance de impedirle que continúe adelante. Son lo más granado del conservadurismo a ultranza de este País; pretendidos demócratas de escaparate que apestan a fascistas; meapilas patibularios fanáticos partidarios de la interpretación más degenerada de la religión, aquella que la concibe como un instrumento para someter espiritual y físicamente a los hombres, amiga y colaboradora del poder totalitario y absolutamente despreocupada cuando no directamente despreciativa y lesiva hacia los más débiles y desprotegidos. Son figurillas patéticas salidas de cualquier NODO que aunque arrastren su sórdida bajeza en el Siglo XXI, permanecen anclados en el negro pasado del franquismo, añorándolo, echando de menos la siniestra presencia del Caudillo al que tanto admiran y en el fondo están rabiosos, muy rabiosos por tener la certeza de que ese criminal que gobernó España hace ya mucho tiempo que afortunadamente se pudrió bajo una losa. ¿Quiénes son los histéricos sino ellos, que se sienten extraños y fuera de su tiempo y cuya única misión parece ser luchar de forma denodada contra el progreso social y la evolución de las ideas?.

Esta pandilla cavernaria, como no se atreve a confesar que para ellos los muertos de las fosas tuvieron el fin que se merecían, como realmente son tan cobardes que no pueden admitir públicamente su admiración por Franco y su odio cerval a cualquier postura progresista, estos enemigos de la libertad, incapaces por conveniencia de admitir tales ideas como suyas, entonces se dedican a esgrimir razones absurdas para intentar dinamitar el proceso de recuperación de la memoria histórica. Que si son heridas cerradas que se quieren abrir de nuevo; que si ambos bandos cometieron atrocidades; que si los responsables ya están muertos; que si a nadie le importa este asunto… vomitan sus argumentos bañados en hiel porque quieren impedir que Franco y los que le secundaron en la comisión de tanto horror sean calificados por la Historia como realmente se merecen: asesinos e incluso genocidas.

El Generalísimo debe de ser recordado y analizado por las próximas generaciones como lo que era, un ser abyecto responsable de miles de crímenes, al igual que todos los que le ayudaron en su labor: militares, religiosos o civiles, da igual, porque lo cierto es que por encima de todo, les une el hecho de haber atentado contra la vida, la libertad y la dignidad de millones de seres humanos y por lo tanto sólo merecen la más absoluta repulsa. Y si alguno de los directamente responsables todavía continúa con vida, que no abandone este mundo sintiéndose impune por cuanto hizo, sino que aunque tarde, reciba al menos el desprecio público por todo el mal que causó.

Menos mal que el valor del Sr. Garzón es infinitamente mayor que el de todos los cobardes juntos que cometieron tales desmanes y el de los que ahora los defienden o intentan tapar sus crímenes, esos a los que persiguen como zombies los muertos de las fosas sin darse cuenta de que son ellos los verdaderos cadáveres o al menos, así lo parecen, dada la podredumbre que emanan.

Pilar Izquierdo Teruel

Julio Ortega Fraile

http://www.larevolucionpendiente.blogspot.com

COMO PRIVATIZAR ARRASANDO LO PUBLICO

Pilar Izquierdo Teruel y Julio Ortega Fraile: Esperanza Aguirre, cómo privatizar arrasando lo público

El amparo y aliento de los medios de producción privados así como la necesidad para que estos subsistan y se lucren de contar con mano de obra –cuanto más barata y mansa mejor- como principios inherentes al Sistema Capitalista en el que estamos inmersos, son dos factores fundamentales a la hora de valorar lo que está ocurriendo, especialmente en la Comunidad de Madrid -feudo puntero en lo que a neoliberalismo económico se refiere- con la progresiva privatización de la enseñanza y lo que este hecho conlleva: la descalificación y deterioro desde el ámbito gubernamental de la pública, la segregación de los alumnos y el apoyo absoluto y fundamental a la iniciativa privada convertida en negocio educativo.

La derecha no es tal porque los girondinos se sentaran en esa parte de la Asamblea Nacional Francesa, sino que está basada en mantener y acrecentar mayores diferencias sociales día a día para que la mayor parte de los ciudadanos estén al servicio físico, laboral, económico y hasta ideológico de un estamento pequeño, cerrado y privilegiado que acapara el poder, lo controla a su antojo y convierte las libertades civiles en un instrumento a su medida e interés, soltando cuerda lo suficiente como para que no se produzca una rebelión que ponga en peligro su continuidad pero asegurando en todo momento, mantener invariables y protegidos los principios que regulan esta situación de profunda diferenciación social.

La Marquesa rubia, la musa del Sr. Dragó, Esperanza Aguirre, es un baluarte dentro de esta política y por eso, la Comunidad de Madrid, en un obsesivo afán por privatizar cuanto le es posible, aunque se bordee la ley en diversas ocasiones y sin descartar que en más de una hayan “metido el pie” en el otro lado, está llevando a cabo una verdadera cruzada contra la sanidad y enseñanza públicas, limitando sus recursos, sembrando sobre ellas la desconfianza y alimentando el rechazo social sobre servicios tan esenciales como trascendentales para los ciudadanos y de ese modo, abonar el camino para dignificar y promover la iniciativa privada en dichas áreas mientras mantiene la pública como gueto donde arrinconar a los colectivos que considera inferiores, con menos derechos y cuyo bienestar ha de ser el suficiente, no más, para permitirles estar al servicio de la élite dominante.

Y ese camino, en el caso de la enseñanza, empieza por utilizar recursos de todos, es decir, suelo público para cedérselo a empresarios privados y que salven de ese modo el obstáculo de conseguir un emplazamiento para un Centro escolar convertido en franquicia docente. En Madrid se está otorgando terrenos de titularidad pública para levantar colegios en los que en muchas ocasiones, como privados que son, se exige cumplir un ideario para poder acceder a los mismos. Esto significa que el dinero público sirve para fomentar ideologías particulares. ¿Es eso democrático o vulnera el principio de que todos tenemos derecho a una enseñanza plena, íntegra, completa, eficaz y gratuita, así como la obligación de los poderes públicos de que los centros docentes reúnan los requisitos que la Ley establezca?. Pero esa ley de mínimos y en muchos casos ni eso, aplicada a los colegios públicos para denostar su imagen y “forzar” a los padres a llevar a sus hijos a un centro privado, es un ajustarse con tibieza a la legalidad en un alarde de cinismo y ruindad, negando medios a lo público y regalándoselos a lo privado.

En la Comunidad de Madrid la mayor parte de los alumnos los últimos años han sido matriculados en centros privados y por supuesto, ¿quiénes son los que se han quedado en los públicos?, pues aquellos que por ser inmigrantes o tener algún tipo de limitación padecen dificultades idiomáticas o de cualquier otra índole; son los escolares extranjeros (sólo los procedentes de las zonas más deprimidas), los de garantía social o los de compensación educativa. En una frase: los parias de la Sociedad. De nuevo la enseñanza al servicio de un sistema económico que para perdurar necesita crear diferencias y desigualdad, pues es la base de su existencia y esta conducta infame está eliminando el derecho universal a una escolarización adecuada, socavando la seguridad de los alumnos y pisoteando la parte humana de tan fundamental etapa en la vida de una persona, se está convirtiendo en un mecanismo al servicio del poder y estableciendo desde los primeros años en la existencia de un ser humano quiénes son los ganadores y quiénes los perdedores en esta Sociedad.

En el caso de Madrid, el más sangrante de todo el Estado, se penaliza a la enseñanza pública a favor de la privada. No hay plazas suficientes en la primera pero hay suelo y centros levantados con dinero de todos para la segunda; las ayudas para financiar la privada chocan con la desasistencia y desamparo flagrante en que se ve sumida la pública. El resultado: Madrid es la Comunidad en la que más alumnos se matriculan en la privada, tanto iniciales como salidos de la pública y en cambio, en esta última, es donde llegan más escolares con problemas de inserción, adaptación, lenguaje y aquellos que viven en una situación social más precaria. Dicho de otro modo: los ricos sobreviven en los hospitales privados, los pobres mueren en los públicos. Los niños con posibles son formados en centros privados, los que no disponen de medios o aquellos que provienen de los segmentos más desfavorecidos, son agrupados y mal atendidos en colegios públicos abandonados por parte del Gobierno regional. Y en ningún caso, que quede muy claro, es por desidia, falta de interés o pocas aptitudes de los trabajadores al frente de estos servicios, que hacen verdaderos milagros por cumplir con su labor aún sin recursos para ello, sino que es una estrategia dirigida desde el poder y orientada a mantener un sistema elitista y discriminador.

Este “acoso y derribo” de la escuela pública si fuese la iniciativa de un particular sería en todo caso lamentable pero algo anecdótico, ya que no pasaría de las intoxicaciones a las que nos tiene acostumbrados la derecha mediática; pero cuando es organizado, secundado y mantenido desde quien tiene bajo su responsabilidad las competencias en materia de educación de cientos de miles de personas, se convierte en una cuestión intolerable por cuanto supone de agravio a los ciudadanos que no se dividen en categorías, tal y como nos pretenden hacer creer desde esos ámbitos y es una cuestión muy peligrosa que se transforma en el germen de futuras exclusiones sociales y de la marginalidad, la discriminación y el sometimiento de unos seres al arbitrio y los intereses de otros.

Un niño es una criatura moldeable y vulnerable. Negarle una educación tutelada en lo que a medios completos y suficientes por parte del Estado se refiere es un crimen y supone condenarle de por vida en nombre de unas leyes de mercado aberrantes. En 1792, en un “Informe y Proyecto de decreto sobre la organización general de la instrucción pública” se decía: “ … de este modo establecer entre los ciudadanos una igualdad de hecho, y hacer real la igualdad política reconocida por la ley: tal debe ser el primer objetivo de una instrucción nacional y, desde este punto de vista, constituye para el poder público un deber de justicia”. Y aún mucho antes Aristóteles explicaba que: “Puesto que el fin de toda ciudad es único, es evidente que necesariamente será una y la misma la educación de todos, y que el cuidado por ella ha de ser común y no privado…”. Pero parece que tantos siglos después, el sector más reaccionario del Partido Popular considera que segregar a los niños ya durante su periodo de aprendizaje, es el método más seguro para que el día de mañana no peligren los intereses de aquellos que anteponen su beneficio personal a cuestiones tan sagradas como han de ser la educación o la sanidad. Esta actitud conservadora a ultranza, por más que consiga esquivar la ilegalidad, es un crimen, repito, en tanto en cuanto está permitiendo que aquellos que no tienen medios suficientes, se mueran en situaciones en las que sobreviven los que tienen la capacidad económica para costearse una sanidad privada; al igual que está creando muertos en vida, porque ese es el resultado de tan injusto comportamiento: el propiciar una existencia miserable a los que recogen los despojos de una educación cada vez más carente de medios adecuados para ser impartida de un modo eficiente.

Y vaya desde aquí el reconocimiento, la admiración y el agradecimiento a todos los docentes y a los que desempeñan cualquier otra labor en un centro público, por su alto grado de compromiso, sacrificio, vocación y dedicación, actitudes todavía más valiosas cuando desde la Administración, se les niega lo más esencial para llevar a cabo su trabajo y que sin duda, son capaces de realizar gracias a su inmensa valía tanto personal como profesional. De ellos, y no de aquellos que sólo pretenden domesticar y de paso lucrarse, deberían de aprender el Sr. Carlos Mayor Oreja y la Sra. Esperanza Aguirre, cuyo comportamiento hacia los madrileños con mayor desprotección, sean de origen o de adopción, es mezquino, vergonzoso, insultante y abyecto en quien prometió en la toma de posesión de su cargo estar al servicio de TODOS los ciudadanos.

Xornal, 11/11/08