13 julio 2008

DIVERSION Y ALEGRIA


Viva la juventud de nuestro pueblo. Que sigan así de alegres y divertidos.

EL PP CAMBIA SU DOCTRINA POR EL SOCIALISMO DEMOCRATICO

ARTÍCULOS DE OPINIÓN
GUSTAVO VIDAL MANZANARES
13/07/2008

¡Bienvenidos al socialismo democrático!

El nuevo latiguillo del Partido Popular (“el gobierno no hace nada ante la situación económica, el Estado debe intervenir”) nos confirma la esquizofrenia que atenaza a nuestra peculiar derecha de neoliberales, sotanas y patriotas de hojalata. Uno ya se había resignado a escuchar los mantras ultraliberales de Esperanza Aguirre y sus ladillas mediáticas, cuando el PP se arranca por unas soleares de intervencionismo.
Y si algo demuestran situaciones económicas como la actual es la inmensa falacia de los principios neoliberales. El PP y sus gurús de la derecha económica nos habían glosado las maravillas del “libre mercado”, cuya “mano invisible” regula sabiamente las fuerzas económicas logrando el “equilibrio perfecto y la prosperidad”. Por ello, nos alertaban, el Estado no debe intervenir porque “subvierte el mercado libre”. La función de los gobiernos se reduce a “desregularizar” para que fluya el “libre juego de las fuerzas económicas” que nos inundará de “sano crecimiento y bienestar”. También, el petróleo acabaría siendo casi regalado. Por el camino habría que matar unos cientos de miles de seres humanos, pero ¿eso a quién le importa salvo a “progres de salón que ladran su rencor por las esquinas”?...

Claro, para mantener a salvo el “islote de prosperidad y libertades que representa Occidente” habría que emprender “ineludibles sacrificios” como la “moderación salarial”, implantar el “despido libre”, trabajar más horas por el mismo sueldo, reducir impuestos a los ricos y aumentárselos a la clase media vía cotizaciones indirectas, privatizar las pensiones, la sanidad, la educación… mientras, los beneficios de unos pocos deberían ser desmedidos y fuera de cualquier control porque “ a la larga ese beneficio revierte en el conjunto de la sociedad”.

Muy lerdo ha de ser quien no vea que todo lo anterior es la tramoya de un teatro con sesión única: desmantelar las conquistas sociales de millones de ciudadanos honrados y pacíficos. Para que unas manos sucias y codiciosas puedan saquear estos logros se precisa lo anterior, así como las deslocalizaciones, las fugas de capitales a paraísos financieros, las fusiones leoninas, las especulaciones delictivas apestadas de concejales corruptos y votantes en la inopia…

Todo lo anterior es lo que promueven los defensores del “menos Estado y más mercado”, “lo privado es lo que mejor funciona”, y demás expresiones saturadas de codicia y mendacidad. Como en La carta robada de Edgar A. Poe, la jugada es tan evidente y está tan a la vista que hasta cuesta advertirla.

Así, el momento económico no es fruto de una fuerza telúrica, ni de una lluvia de meteoritos. Es el engendro de una economía especulativa lubricada por el aceite de la no intervención estatal, y propulsada por el combustible de las salmodias neoliberales.
Por contra, algo queda claro. Una sociedad moderna solo puede avanzar sobre leyes laborales justas en el marco de una economía productiva, alejada de la codicia destructora de la especulación, con unos servicios sanitarios, educativos y asistenciales públicos y de calidad. Una sociedad donde el Estado garantice un mínimo a todos los ciudadanos desde su nacimiento.

Por eso, llegado a este punto, ni la derecha económica se cree sus propias mentiras del “libre juego económico” o “la mano invisible” y clama “que el gobierno intervenga”… Efectivamente, señores del PP, tienen ustedes razón, el gobierno debe intervenir en la economía… ¡Bienvenidos al socialismo democrático!

Gustavo Vidal Manzanares es jurista y escritor.

gvidalmanzanares@gmail.com