El trasvase, cuyo objetivo es sentar las bases hidráulicas para posibilitar el desarrollo de las provincias del Sureste de España, tiene su comienzo en los embalses de Entrepeñas y Buendía, que tienen una capacidad total de 2.443 hectómetros cúbicos.
La presa de Entrepeñas, construida sobre el río Tajo y con un volumen de embalse de 804 hectómetros cúbicos, había sido terminada en 1956; la de Buendía sobre el Guadiela, con un volumen de embalse de 1.639 hectómetros cúbicos , se terminó un año después, en 1957; el conjunto de ambos embalses recibió el pomposo nombre de “mar de Castilla” al tiempo de su terminación.
Aunque su principal destino fue el de servir de inicio al trasvase, además realizan la muy necesaria regulación de las aguas procedentes del Alto Tajo atenuando las que hasta entonces eran periódicas y destructivas avenidas del río, al tiempo que se aprovechaba la energía hidroeléctrica del salto, se garantizaba un caudal estable en el tramo medio del Tajo y se daba estabilidad a otros usos, como regadíos en la zona media del río; adicionalmente, crearon una singular zona turística en las comarcas de su entorno, actividad que se ha visto afectada por la sequía de principio de los 90.
Aguas abajo de éstos, se encuentra el embalse de Bolarque desde donde se impulsa el agua hacia el de La Bujeda, que es prácticamente un gran depósito de unos 6 hectómetros cúbicos construido en las alturas de la sierra de Altomira encima de Bolarque.
Para elevar el agua del Tajo hasta ella se han construido dos grandes tuberías de acero de más de tres metros de diámetro y un espesor que llega a los 23 milímetros; dichas tuberías salvan una distancia de 1.070 metros de largo y una altura de 245 metros, hasta lo alto de la sierra. El agua es conducida por un canal que tiene una capacidad de 33 metros cúbicos/sg, y que a veces va en túnel y a veces en acueductos (entre los que destaca el de Riánsares, de casi 3 km. de longitud con una altura máxima de 48,50 metros y cimientos de pilotes de 31 metros) hasta el embalse de Alarcón.
Desde este embalse atraviesa La Mancha, hasta introducirse en el impresionante túnel de Talave, que con sus más de cuatro metros de diámetro y casi 32 kilómetros de largo fue considerado el mayor de toda Europa Occidental en su tiempo.
Trasvase Tajo-Segura
Acueducto de Riansares
A la salida del túnel, el agua se encuentra ya en la cuenca del Segura y se dirige al embalse de Talave. Originalmente se tenía previsto disponer de agua excedentaria en la cuenca del Tajo que permitiese garantizar un trasvase de 600 hectómetros cúbicos todos los años y se contaba con poder llegar a los 1.000 hectómetros cúbicos en el futuro, pero se ha comprobado que los cálculos eran demasiado optimistas y estas últimas cifras hoy se consideran inalcanzables.
Lo que quiere decir, que como estas cifras se consideran inalcanzables, hay que cortar el acueducto antes de su llegada al túnel del Talave, y aprovechar el agua en nuestra región de Castilla La Mancha. Y el túnel del Talave para criar champiñones.
¡El agua para sus propietarios! ¡Ladrones fuera!.
¡Viva Castilla La Mancha independiente!.