22 febrero 2012

Carta abierta al Ministro de Educación José Ignacio Wert

A la atención de José Ignacio Wert,

Acabo de leer en Público una nota de Europa Press en la que se le cita discutiendo acerca de la fuga de cerebros y me he tenido que llevar las manos a la cabeza. Porque aunque usted emplee términos correctos; deja clara una actitud que no vaticina nada bueno.

La fuga de cerebros es un problema, se mire desde el prisma que se mire. No sé si le ha dado por pensar en que está de acuerdo con una palabra que no dice nada bonito. FUGA significa HUIR. Huir no es irse. Ése es el problema, que en este país, irse, es una obligación. Es lo que tiene cuando se recorta tanto que no hay plazas para investigadores. Lo que sucede cuando la ciencia es lo último que importa.
La fuga de cerebros es un problema porque los investigadores mayoritariamente se fugan cuando empiezan la etapa postdoctoral, que es la etapa más productiva de un investigador. Cuando todavía somos jóvenes llenos de energía, cuando todavía podemos echar muchas horas, corre más prisa por publicar y sólo hay una opción que es hacerlo perfecto. Cuando no hay niños porque nos quitarían tiempo y esto sólo va de acumular méritos. Porque si uno se va de su país, ni siquiera tiene a su familia para que le ayude con los niños. Regalar la etapa más productiva a otros países es un error, incluso contando con que luego se vuelva.

Pero la fuga de cerebros es un problema porque se van más investigadores que los que vuelven. Y eso son inversiones en formación que se tiran al garete. Perdón, inversiones en formación que se regalan al de enfrente. El otro día, con la intención de hacerme sangre, hablé con mi director de tesis para descubrir cuánto ha costado mi tesis doctoral hasta la fecha. Haciendo cálculos aproximados, unos 300.000 euros. Sólo en mi tesis. ¿Está usted diciendo, que dejar que personas como yo, con lo que han gastado, se vayan fuera para quizás no volver nunca, -porque no nos engañemos aquí no se ofrece lo que se ofrece fuera-, es una buena idea?

Pero claro usted dice que “no es un problema” de hecho “es una de las mejores cosas” si luego hay recursos para que vuelvan. Totalmente de acuerdo. Ahora que aquí, sinceramente, me gustaría que me contestara y me explicara, con la política de su partido de recortes en investigación, qué país me espera a mí en, no sé, cinco años. ¿Su política de cargarse el Ministerio de Investigación me la tomo como una demostración de buena voluntad entonces?

En nuestra profesión es muy importante salir fuera –no se lo niego- pero es algo que sucede en casi todas, así que dejen de usar la excusa. Y para eso también están las estancias, que actualmente también se están viendo afectadas, por los benditos recortes. ¿Es otra cosa para dejarnos tranquilos? ¿Para que nos vayamos pensando que podemos volver?

Por último, no se olvide nunca, los investigadores somos personas. Personas que han nacido en una familia y que en algún momento querrán tener la suya propia, y no es fácil establecer una dando saltos por el mundo. Y tenemos parejas que no siempre se dedican a lo nuestro. Y no nos podemos llevar siempre la familia a cuestas.

Por favor no diga que la fuga de cerebros es algo bueno porque no le guste explicar que no lo están haciendo bien. Y no es algo contra su partido, el anterior tampoco lo hizo bien. Aunque los dos supieran que investigar es una buena herramienta para salir de la crisis que da muy pocos votos.

Atentamente,

Lucas Sánchez,

(Futuro cerebro fugado)