25 marzo 2008

¡Nunca, nunca te sientes en un baño público!

¿Por qué las mujeres están tanto rato en el lavabo público?

El gran secreto de todas las mujeres respecto a los baños es que de
niña tu mamá te llevaba al baño, te enseñaba a limpiar la tabla del
inodoro con papel higiénico y luego ponía tiras de papel
cuidadosamente en el perímetro de la taza.

Finalmente te instruía: 'Nunca, nunca te sientes en un baño
publico'. Y luego te mostraba 'la posición' que consiste en balancearte sobre
el inodoro en una posición de sentarse sin que tu cuerpo haga
contacto con la taza.

'La Posición' es una de las primeras lecciones de vida de una niña,
súper importante y necesaria, nos ha de acompañar durante el resto
de nuestras vidas. Pero aún hoy en nuestros años adultos,'la
posición' es dolorosamente difícil de mantener cuando tu vejiga
está a punto de reventar.

Cuando 'tienes que ir' a un baño público, te encuentras con una cola de
mujeres que te hace pensar que dentro está Brad Pitt. Así que
pides la vez y esperas paciente, sonriendo amablemente a las demás
mujeres que también están discretamente cruzando piernas y brazos.
Es la posición oficial de 'me estoy meando'.

Finalmente te toca tu turno, pero siempre llega la típica mamá con 'la niña
pequeña que no se puede aguantar más' y aprovechan para saltarse
ambas la cola con todo el morro!. Entonces verificas cada cubículo
por debajo para versi no hay piernas. Todos están ocupados.
Finalmente uno se abre y te lanzas casi tirando a la persona que
va saliendo. Entras y te das cuenta que el picaporte no funciona
(nunca funciona); no importa...

Cuelgas tu bolso del gancho que hay en la puerta, y si no hay gancho
(nunca hay gancho), inspeccionas la zona, el suelo esta lleno de
líquidos indefinidos y no te atreves a dejarlo ahí, así que te lo
cuelgas del cuello mientras miras como se balancea debajo tuyo,
sin contar que te desnuca la correa, porque el bolso está lleno de
mierdas que fuiste metiendo dentro - la mayoría de las cuales no
usas, pero que las tienes por si acaso - .

Pero volviendo a la puerta... como no tenía picaporte, solo tienes
la opción de sostenerla con una mano, mientras que con la otra de
un tirón te bajas las bragas y tomas 'la posición'... Alivio......
AAhhhhhh....por fin... Ahí es cuando tus muslos empiezan a
temblar.... por que estás suspendida en el aire, con las piernas
flexionadas, las bragas cortándote la circulación de los muslos,
el brazo extendido haciendo fuerza contra la puerta y un bolso de
5 kgs. colgando de tu cuello…

Te encantaría sentarte, pero no tuviste tiempo de limpiar la taza
ni la cubrirte con papel, interiormente crees que no pasaría nada
pero la voz de tu madre retumba en tu cabeza 'jamás te sientes en
un water público!', así que te quedas en 'la posición' con el
tembleque de piernas, entonces por un fallo de cálculo en las
distancias una salpicada finíiiiiisima del chorro te salpica en tu
propio culo y que ¡¡¡te moja hasta las medias!!! Tienes suerte si
no te mojas tus propios zapatos, y es que adoptar 'la posición'
requiere una gran concentración.

Para alejar de tu mente esa desgracia, buscas el rollo de papel higiénico peroooo,
¡joooooder...! el rollo esta vacío...! (siempre) Entonces suplicas
al cielo que entre los 5 kgs. de trastos que llevas en el bolso
haya un miserable kleenex, pero para buscar en tu bolso tienes que
soltar la puerta, dudas un momento, pero no hay más remedio…y en
cuanto sueltas la puerta, alguien la empuja y recibes un portazo
que tienes que frenar con un movimiento rápido y brusco, si
miramientos o todo el mundo te vera semi sentada en el aire con la
bragas por la rodilla ¡¡NO!! Entonces gritas ¡¡¡O-CU-PA-DOOOO
!!!', mientras continúas empuja ndo la puerta con tu mano
libre, das por hecho que todas las que esperan en el exterior han
oído tu mensaje y ya puedes soltar la puerta sin miedo, nadie
intentará abrirla de nuevo, (en eso las mujeres nos respetamos
mucho) y te dispones a buscar tu keenex sin agobios, te gustaría
usar más de uno pero sabes lo valiosos que son en casos similares
y te apañas con uno por si acaso.

En ese preciso instante se apaga la luz automática del baño, en un cubículo tan
reducido no puede ser tan difícil encontrar el interruptor! das la
luz de nuevo con la mano del kleenex por que la otra sigue
sujetando tus bragas, vas contando los segundos que te quedan para
salir de allí, sudando por que llevas el abrigo puesto ya que no
hay perchero, y es que, hay que ver el calor que hace en esos
sitios tan pequeños y en esa posición de fuerza en la que sigues,
con los gemelos a punto de estallar.

Sin contar el cabreo que llevas por el portazo, el desnuque con la
correa del bolso, el sudor que corre por tu frente, la salpicada
del chorro en las piernas y en las medias, que todavía están
mojadas... el recuerdo de tu mamá que estaría avergonzadísima si
te viera así; porque su culo nunca tocó el asiento de un baño
público, porque francamente, 'tu no sabes qué clase de
enfermedades podrías agarrar ahí'.

Pero la debacle no termina... estás exhausta, cuando te pones de pie ya
no sientes las piernas, te recolocas la ropa rápidamente y tiras
de la cadena ¡sobretodo! Si no funciona preferirías no salir jamás
de ese baño ¡qué vergüenza! entonces sales al lavamanos. Todo esta
lleno de agua así que no puedes soltar el bolso ni un segundo, lo
cuelgas al hombro, no sabes cómo funciona el grifo con los
sensores automáticos así que tocas hasta que sale un chorrito de
agua fresca, y consigues jabón, te lavas en una posición de
jorobado de Notredame para que no se resbale el bolso desde tu
hombro y acabe en la pica del baño bajo el chorro automático, el
secador de aire es un trasto inútil así que acabas secándote las
manos en tus pantalones, por que no piensas gastar otro kleenex
para eso! y sales pasando junto ala línea de mujeres que aún están
esperando con las piernas cruzadas y en estos momentos eres
incapaz de sonreír cortésmente, consciente de que has pasado ahí
una eternidad.

Tendrás suerte si no sales arrastrando un trozo de papel higiénico pegado
a tu zapato del largo del río Mississippi, o peor aún, con la
falta arremangada pillada por tus medias que te subiste a la
velocidad de la luz y enseñando el culo! Lo juro, a mi me pasó y
no soy la única, me consta! … y sales.

En este momento ves a tu chico que ha entrado, usado y salido del
baño de hombres y que tuvo tiempo de sobra para leer Guerra y Paz
mientras te esperaba. '¿Por qué tardas tanto?' te pregunta
irritado.

'Había mucha cola' te limitas a decir…

Y esta es la razón por la que las mujeres vamos en grupo al baño,
por solidaridad, ya que una te aguanta el bolso y el abrigo, la
otra te sujeta la puerta, otra te pasa el kleenex por debajo de la
puerta y así es mucho más sencillo y rápido ya que tú solo tienes
que concentrarte en mantener 'la posición'… y la dignidad.

Esto esta dedicado a las mujeres de todas partes que han tenido que
usar un baño público.

Y finalmente os explica a vosotros, hombres, porqué nosotras
tardamos tanto.

EL PASTOR Y SU HIJO

El Pastor y su hijo

Todos los Domingos por la tarde, después del servicio mañanero en la iglesia, el Pastor y su hijo de 11 años van al pueblo a repartir tratados a cada persona que ven. Este Domingo en particular, cuando llego la hora de ir al pueblo a repartir los tratados, estaba muy frío afuera y comenzó a lloviznar. El niño se puso su ropa para frío y le dijo a su padre, 'OK papá, estoy listo'.

SU papá Pastor le dijo, 'Listo para qué ?'

'Papá, es hora de ir afuera y repartir nuestros tratados.'

El papá respondió, 'Hijo, está muy frío afuera y está lloviznando.'

El niño miró sorprendido a su padre y le dijo, 'Pero Papá, la gente se está yendo al infierno aún en los días lluviosos.'

El Papá contestó , 'Hijo no voy a ir afuera con este tiempo.'

Con desespero, el niño dijo, 'Papá, puedo ir yo? Por favor?

Su padre titubeo por un momento y luego dijo, 'Hijo, tú puedes ir. Aquí tienes los tratados, ten cuidado.'

'Gracias papá!'

Y con esto, él se fue bajo la lluvia. El niño de 11 años caminó todas las calles del pueblo, puerta por puerta repartiendo los tratados a las personas que veía.

Después de 2 horas caminando bajo la lluvia, con frío y su ultimo tratado, se detuvo en una esquina y miró a ver si veía a alguien a quién darle el tratado, pero las calles estaban totalmente desiertas. Entonces el se viró hacia la primera casa que vio, comenzó a caminar hacia la puerta del frente y tocó el timbre. El tocó el timbre varias veces, esperó y nadie salió.

Finalmente el niño se volteó para irse, pero algo lo detuvo. El niño se volteó nuevamente hacia la puerta, comenzó a tocar el timbre y a golpear la puerta fuertemente con los nudillos.... él esperó, algo lo aguantaba ahí frente al la puerta. Tocó nuevamente el timbre y esta vez la puerta se abrió suavemente.

Salió una señora con mirada muy triste y suavemente le pregunto, '¿Qué puedo hacer por ti?, hijo.'

Con unos ojos radiantes y una sonrisa que te corta las palabras, el niño dijo, 'Señora, lo siento si la molesté, pero sólo quiero decirle que *JESÚS REALMENTE LA AMA* y vine para darle mi último tratado que habla sobre JESÚS y SU GRAN AMOR. El niño le dio el tratado y se fue.

Ella lo llamó y le dijo: 'GRACIAS, HIJO', y que DIOS te bendiga.

Bien, el próximo Domingo por la mañana el pastor estaba en el púlpito y cuando comenzó el servicio, dijo, 'Alguien tiene un testimonio o algo que quiera compartir?.

Suavemente, en la fila de atrás de la iglesia, una señora mayor se puso de pie. Cuando comenzó a hablar, una mirada radiante y gloriosa brotaba de sus ojos, 'Nadie en esta iglesia me conoce. Nunca había estado aquí, inclusive hasta el domingo pasado no era Cristiana. Mi esposo murió hace un tiempo atrás dejándome totalmente sola en este mundo. El Domingo pasado fue un día particularmente frío y lluvioso, y también lo fue en mi corazón.... llegué al final de la línea donde no tenía esperanza ni ganas de vivir. Entonces tomé una silla y una soga y subí hasta el ático de mi casa. Amarré la soga y la aseguré a las vigas del techo, me subí a la silla y puse el otro extremo de la soga alrededor de mi cuello. Parada en la silla, tan sola y con el corazón destrozado estaba a punto de tirarme, cuando de repente escuché el sonido fuerte del timbre de la puerta. Entonces pensé, 'Esperaré un minuto y quien quiera que sea, se ira'.

Yo esperé y esperé, pero el timbre de la puerta cada vez era mas fuerte e insistente, y luego la persona comenzó a golpear la puerta con fuerza. Entonces me pregunté, QUIEN PODRÁ SER? Nadie toca mi puerta ni vienen a verme, solté la soga de mi cuello y fui hasta la puerta , mientras el timbre seguía sonando cada vez mas fuerte.

Cuando abrí la puerta no podía creer lo que veían mis ojos, frente a mi puerta estaba el más radiante y angelical niño que jamás había visto! Su sonrisa, ohhh, nunca podré describirla! Las palabras que vinieron de su boca hicieron que mi corazón, muerto hace tanto tiempo, volviera a la vida cuando dijo con voz de querubín : 'SEÑORA , sólo vine a decirle que JESÚS realmente la ama.'

'Cuando el pequeño ángel desapareció entre el frío y la lluvia, cerré mi puerta y leí cada palabra de el tratado. Entonces fui al ático para quitar la silla y la soga. Ya no la necesitaría mas.

Como ven.... ahora soy una niña feliz del REY . Como la dirección de la iglesia estaba en la parte de atrás del tratado, vine personalmente a decirle GRACIAS a ese pequeño ÁNGEL DE DIOS que llegó justo a tiempo y de hecho rescató mi vida de una eternidad en el infierno.'

Todos lloraban en la iglesia, y le daban Gloria y honor al REY DE REYES, el Pastor bajó del púlpito hasta la primera banca del frente donde estaba sentado el pequeño ángel. Tomó a su hijo en sus brazos y lloró incontrolablemente.

Probablemente la iglesia no tuvo un momento mas glorioso, y probablemente este universo nunca a tenido un padre mas lleno de amor y honor por su hijo… Excepto por uno.

Este PADRE permitió a su hijo venir a un mundo frío y oscuro. El recibió a su hijo de vuelta con una alegría inexplicable, y todo el cielo le dio gloria y honor al REY DE REYES, EL PADRE sentó su hijo amado a la diestra de su trono y le dio poder sobre todo principado y su nombre que es sobre todo nombre: JESÚS.

Dios bendiga tus ojos por leer este mensaje. No permitas que este mensaje muera, léelo otra vez y pásalo a otros. El Cielo es de su gente!

Recuerda, el mensaje de DIOS puede hacer la diferencia en la vida de alguien cerca de ti. No te avergüences de compartir este maravilloso mensaje.

Dios los bendiga......!

Noris Marile ...