TERREMOTO EN LOS HINOJOSOS

Ocurría sobre las 00,15 horas de ayer y se sintió en una veintena de pueblos de la comarca de La Mancha. El lugar en el que fue más apreciable fue en la localidad de Belmonte.

PAULA LATORREEFE
DiarioLaTribuna.com

Sobre las 00,15 horas de ayer, se registró en la provincia de Cuenca un seísmo de 3,2 grados de magnitud (mbLg). El movimiento sísmico tuvo su epicentro en la localidad de Monreal del Llano y se sintió en una veintena de pueblos de la comarca de La Mancha, en concreto en Cuenca fue en Mota del Cuervo, Las Pedroñeras y Los Hinojosos, aunque el lugar en el que fue más apreciable fue en Belmonte donde tuvo una intensidad IV en la Escala Macrosísmica Europea (E.M.S), según la base de datos sísmicos del Instituto Geográfico Nacional del ministerio de Fomento, quien además confirmó que de los seis seísmos registrados en España ese día el de Cuenca fue el único que se notó. La intensidad es un parámetro que se mide de forma cualitativa a través de la reacción de las personas, el grado de destrozos en las construcciones y las perturbaciones provocadas en el terreno (grietas, deslizamientos, etc.) La escala de intensidades utilizada en Europa es la E.M.S. Está dividida en doce grados. Los destrozos empiezan a ser importantes a partir del grado VII.

La Tribuna habló con varios vecinos de Belmonte, quienes confirmaron que «el seísmo se notó en todo el pueblo, la mayoría de la gente ya estaba en la cama, parecía que el techo iba a estallar, tembló la cama y casi todo el mundo salió a la calle a ver que pasaba. Esta mañana en el pueblo no se hablaba de otra cosa, afortunadamente no se ha producido ningún desperfecto, ni destrozo». Otra de los vecinos relataba «sentimos una especie de explosión, similar al ruido que hace un avión de caza cuando pasa volando a baja altura, la verdad es que todos en el pueblo nos asustamos».

Otro belmonteño explicaba «el temblor duró muy poco, escasos segundos, de hecho hubo gente que estaba durmiendo que se despertó sin saber muy bien si lo había soñado. En mi casa, como en la de otros vecinos, algún objeto cayó al suelo, temblaron los cristales, etc, pero sin importancia porque fue muy, muy rápido».

Tras el seísmo la alcaldesa de Belmonte y diputada nacional del PSOE, Angustias Alcázar, junto con una hermana, recorrió el pueblo con su vehículo particular para intentar averiguar que había ocurrido, ya que pensó que podría tratarse de una explosión de gas o de alguna caldera de algún colegio o centro oficial del municipio.

En la ronda se encontraron con la Guardia Civil que estaba inspeccionando también el municipio. Tras comprobar que no había habido ninguna explosión se dirigieron a comprobar el estado de los monumentos históricos de Belmonte, que en principio no parecían haber sufrido daños.

En este sentido, la alcaldesa dijo que a lo largo del día harían una inspección pormenorizada de los numerosos monumentos históricos que tiene Belmonte, entre los que destacan la basílica y el castillo construido en el siglo XV por el marqués de Villena, Juan Pacheco. Se trata de una de las fortalezas más conocidas de España que ha servido como escenario para varias películas, como ‘El Cid’ de Nicholas Ray, que protagonizaron Charlon Heston y Sofía Loren.

Pero el seísmo también se notó en las localidades cercanas de Mota del Cuervo, Las Pedroñeras y Los Hinojosos, aunque de forma muy leve, de hecho, según pudo comprobar ayer este periódico la mayoría de la gente «ni nos habíamos enterado, yo noté un ruido grande pero no pensé que se pudiera tratar de un terremoto», comentaba uno de los vecinos de Mota. En Las Pedroñeras apuntaban que «no es la primera vez que ocurre y cuando lo sentí se lo comenté a la mujer, otro seísmo». En Los Hinojosos la situación era similar.

Eso sí en los tres pueblos «el tema de conversación de hoy allá donde vayas es el temblor de anoche, es normal», decía uno de los vecinos.

EL PP ANTE EL FINAL DEL TERRORISMO

“Yo me lo temo mucho, ... que pudiera estarse pensando en volver a la negociación política con los terroristas”
Frase de Esperanza Aguirre.

CARLOS CARNICERO
Hay una parte sustantiva del PP que está echando en falta a Eduardo Zaplana y a Martínez Pujalte en la actividad parlamentaria. Son los mismos que quieren encumbrar a Esperanza Aguirre a la categoría de heroína de Bombay cuando difícilmente podría pasar el cedazo de la dignidad mínima exigible a un líder en momentos de crisis. Ahora el tema es la disolución de los ayuntamientos vascos gobernados por ANV y la metodología es la agitación y propaganda previa a la confrontación utilizando la lucha antiterrorista. ¿Por qué precisamente en este momento?.
Nadie con juicio puede negar que la dirección de la lucha antiterrorista es de las mejores de toda la vida política democrática española; quizá sólo comparable en el tiempo a la que condujo a la detención de toda la cúpula de ETA en Bidart, en la época en la que era ministro de Interior José Luis Corcuera. Los resultados en la concatenación de desarticulación de comandos y dirigentes de ETA son sencillamente espectaculares. La firmeza en las declaraciones del ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba sobre la imposibilidad de plantear cualquier tipo de negociación son taxativos: "ETA perdió la oportunidad de acabar sus días como el IRA y terminará como el GRAPO".

Los síntomas de debilidad de ETA son evidentes: hasta la asamblea de ex presos de ETA denunciando las maniobras de división del colectivo de quienes cumplen condena por la política penitenciaria del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero son una demostración de la extrema debilidad de la banda terrorista.

Sin embargo, en vez de cerrar filas con el Gobierno socialista, el PP empieza a tomar distancia de la posición del Ejecutivo y amaga con precipitar el comienzo de una nueva desunión. ¿No será sencillamente que el PP no soporta que sea el PSOE quien lidere el final del terrorismo?

Carlos Carnicero es periodista y analista político.