Con una bomba lapa adosada a su vehículo, ETA acabó con la vida del inspector jefe Eduardo Puelles, responsable de la lucha antiterrorista de la Policía de Bilbao.
ELPLURAL.COM
Eduardo Puelles García, de 49 años, inspector jefe de Grupo de la Brigada de Información de la Policía Nacional en Bilbao y, por tanto, máximo responsable de la investigación antiterrorista ha fallecido esta mañana en la localidad vizcaina de Arrigorriaga, donde residía, al estallar una bomba-lapa adosada a su vehículo.
Es el primer atentado mortal que se produce desde que que asumiera el Gobierno vasco.La explosión se produjo en un parking en la zona de la ikastola Abusu, en el barrio Santa Isabel, donde vivía el fallecido. Arrigorriaga es un pueblo situado a apenas 6 kilómetros de Bilbao.
Casado con dos hijos
Eduardo Puelles García había nacido en Barakaldo, tenía 49 años, estaba casado y era padre de dos hijos. Ingresó en 1982 en el Cuerpo Nacional de Policía. Ascendió a inspector jefe en el 2002.
Nueva fallecidos desde la ruptura de la tregua
En total, desde que los terroristas rompieran el alto el fuego en 2006, han muerto nueve personas. En el atentado de la T-4, con el que ETA puso fin a la tregua, fallecieron los dos ciudadanos ecuatorianos Diego Armando Estacio y Carlos Alonso Palate.
Ignacio Uría
La última víctima mortal de ETA fue el empresario Ignacio Uría, fallecido el pasado 3 de diciembre de 2008, tras ser tiroteado en Azpeitia. Tenía 71 años y trabajaba en la construcción de la llamada Y vasca, la alta velocidad vasca, señalada como objetivo prioritario de la banda.
Atentado mortal en Santoña
Antes que Uría había muerto el brigada del Ejército de Tierra Luis Conde de la Cruz murió el 22 de septiembre del pasado año en la explosión de un coche-bomba en las inmediaciones del Patronato Militar de Santoña (Cantabria). El coche, robado y preparado por los pistoleros en Francia y con unos 100 kilos de explosivos, causó varios heridos. En ese momento, el brigada, con 27 años de carrera militar a sus espaldas y varias condecoraciones por su labor profesional, pasaba unos días de descanso acompañado de su esposa en la residencia militar del Patronato.
ETA irrumpe en las generales
El guardia civil Juan Manuel Piñuel Villalón, de 41 años, murió en la explosión de un coche bomba el 14 de mayo del pasado año. Cuatro días antes de las elecciónes generales de 2008 ETA asesinó a Isaías Carrasco, ex concejal del PSE-EE en el término guipuzcoano de Arrasate-Mondragón, de 43 años de edad. Fue tiroteado en portal de su casa en presencia de su esposa y de una de sus hijas.
Tiroteo en Capbreton
Al finalizar el año 2007, los agentes de la Guardia Civil Fernando Trapero y Raúl Centeno también fueron tiroteados en la localidad francesa de Capbretón. El 1 de diciembre de aquel año, tres etarras les acribillaron a balazos causando la muerte en el acto de Centeno, mientras que Trapero falleció en el hospital cinco días después.
19 junio 2009
DIARIO DE UN PERRO
DIARIO DE UN PERRO
Semana 1:
Hoy cumplí una semana de nacido, ¡Qué alegría haber llegado a este mundo!
Mes 01:
Mi mamá me cuida muy bien. Es una mamá ejemplar.
Mes 02:
Hoy me separaron de mi mamá. Ella estaba muy inquieta, y con sus ojos me dijo adiós. Esperando que mi nueva 'familia humana' me cuidara tan bien como ella lo había hecho.
Mes 04:
He crecido rápido; todo me llama la atención. Hay varios niños en la casa que para mí son como 'hermanitos'. Somos muy inquietos, ellos me agarran del rabo y yo les muerdo jugando.
Mes 05:
Hoy me regañaron. Mi ama se molestó porque me hice 'pipí' dentro de la casa; pero nunca me habían dicho dónde debo hacerlo. Además duermo en la terraza.. ¡y ya no me aguantaban!.
Mes 12:
Hoy cumplí un año. Soy un perro adulto. Mis amos dicen que crecí más de lo que ellos pensaban. Que orgullosos se deben de sentir de mí.
Mes 13:
Qué mal me sentí hoy. 'Mi hermanito' me quitó la pelota. Yo nunca agarro sus juguetes. Así que se la quité. Pero mis mandíbulas se han hecho muy fuertes, así que lo lastimé sin querer. Después del susto, me encadenaron casi sin poderme mover al rayo del sol. Dicen que van a tenerme en observación y que soy ingrato. No entiendo nada de lo que pasa.
Mes 15:
Ya nada es igual... vivo en la azotea. Me siento muy solo, mi familia ya no me quiere. A veces se les olvida que tengo hambre y sed. Cuando llueve no tengo techo que me cobije.
Mes 16:
Hoy me bajaron de la azotea. De seguro mi familia me perdonó y me puse tan contento que daba saltos de gusto. Mi rabo parecía no dejaba de moverse en señal de agradecimiento. Encima de eso, me van a llevar con ellos de paseo. Nos enfilamos hacia la carretera y de repente se pararon. Abrieron la puerta y yo me bajé feliz creyendo que haríamos nuestro 'día de campo'. No comprendo por qué cerraron la puerta y se fueron. '¡Oigan, esperen!' Se... se olvidan de mí. Corrí detrás del coche con todas mis fuerzas. Mi angustia crecía al darme cuenta, que casi me desvanecía y ellos no se detenían: me habían olvidado.
Mes 17:
He tratado en vano de buscar el camino de regreso a casa. Me siento y estoy perdido. En mi sendero hay gente de buen corazón que me ve con tristeza y me da algo de comer. Yo les agradezco con mi mirada y desde el fondo con mi alma. Yo quisiera que me adoptaran y seria leal como ninguno. Pero solo dicen 'pobre perrito', se ha de haber perdido.
Mes 18:
El otro día pasé por una escuela y vi a muchos niños y jóvenes como mis 'hermanitos'. Me acerqué, y un grupo de ellos, riéndose, me lanzó una lluvia de piedras 'a ver quien tenia mejor puntería'. Una de esas piedras me lastimó el ojo y desde entonces ya no veo con él.
Mes 19:
Parece mentira, cuando estaba más bonito se compadecían más de mí. Ya estoy muy flaco; mi aspecto ha cambiado. Perdí mi ojo y la gente más bien me saca a escobazos cuando pretendo echarme en una pequeña sombra.
Mes 20:
Casi no puedo moverme. Hoy al tratar de cruzar la calle por donde pasan los coches, uno me arrolló. Según yo estaba en un lugar seguro llamado 'cuneta', pero nunca olvidaré la mirada de satisfacción del conductor, que hasta se ladeó con tal de centrarme. Ojalá me hubiera matado, pero solo me dislocó la cadera. El dolor es terrible, mis patas traseras no me responden y con dificultades me arrastré hacia un poco de hierba a ladera del camino.
Mes 21:
Llevo 10 días bajo el sol, la lluvia, el frío, sin comer. Ya no me puedo mover. El dolor es insoportable. Me siento muy mal; quedé en un lugar húmedo y parece que hasta mi pelo se está cayendo. Alguna gente pasa y ni me ve; otras dicen: 'No te acerques' Ya casi estoy inconsciente; pero alguna fuerza extraña me hizo abrir los ojos. La dulzura de su voz me hizo reaccionar. 'Pobre perrito, mira como te han dejado', decía... junto a ella venía un señor de bata blanca, empezó a tocarme y dijo: 'Lo siento señora, pero este perro ya no tiene remedio, es mejor que deje de sufrir.' A la gentil dama se le salieron las lágrimas y asintió. Como pude, moví el rabo y la miré agradeciéndole me ayudara a descansar. Solo sentí el piquete de la inyección y me dormí para siempre pensando en por qué tuve que nacer si nadie me quería.
La solución no es echar un perro a la calle, sino educarlo. No conviertas en problema una grata compañía. Ayuda a abrir conciencia y así poder acabar con el problema de los perros callejeros.
Semana 1:
Hoy cumplí una semana de nacido, ¡Qué alegría haber llegado a este mundo!
Mes 01:
Mi mamá me cuida muy bien. Es una mamá ejemplar.
Mes 02:
Hoy me separaron de mi mamá. Ella estaba muy inquieta, y con sus ojos me dijo adiós. Esperando que mi nueva 'familia humana' me cuidara tan bien como ella lo había hecho.
Mes 04:
He crecido rápido; todo me llama la atención. Hay varios niños en la casa que para mí son como 'hermanitos'. Somos muy inquietos, ellos me agarran del rabo y yo les muerdo jugando.
Mes 05:
Hoy me regañaron. Mi ama se molestó porque me hice 'pipí' dentro de la casa; pero nunca me habían dicho dónde debo hacerlo. Además duermo en la terraza.. ¡y ya no me aguantaban!.
Mes 12:
Hoy cumplí un año. Soy un perro adulto. Mis amos dicen que crecí más de lo que ellos pensaban. Que orgullosos se deben de sentir de mí.
Mes 13:
Qué mal me sentí hoy. 'Mi hermanito' me quitó la pelota. Yo nunca agarro sus juguetes. Así que se la quité. Pero mis mandíbulas se han hecho muy fuertes, así que lo lastimé sin querer. Después del susto, me encadenaron casi sin poderme mover al rayo del sol. Dicen que van a tenerme en observación y que soy ingrato. No entiendo nada de lo que pasa.
Mes 15:
Ya nada es igual... vivo en la azotea. Me siento muy solo, mi familia ya no me quiere. A veces se les olvida que tengo hambre y sed. Cuando llueve no tengo techo que me cobije.
Mes 16:
Hoy me bajaron de la azotea. De seguro mi familia me perdonó y me puse tan contento que daba saltos de gusto. Mi rabo parecía no dejaba de moverse en señal de agradecimiento. Encima de eso, me van a llevar con ellos de paseo. Nos enfilamos hacia la carretera y de repente se pararon. Abrieron la puerta y yo me bajé feliz creyendo que haríamos nuestro 'día de campo'. No comprendo por qué cerraron la puerta y se fueron. '¡Oigan, esperen!' Se... se olvidan de mí. Corrí detrás del coche con todas mis fuerzas. Mi angustia crecía al darme cuenta, que casi me desvanecía y ellos no se detenían: me habían olvidado.
Mes 17:
He tratado en vano de buscar el camino de regreso a casa. Me siento y estoy perdido. En mi sendero hay gente de buen corazón que me ve con tristeza y me da algo de comer. Yo les agradezco con mi mirada y desde el fondo con mi alma. Yo quisiera que me adoptaran y seria leal como ninguno. Pero solo dicen 'pobre perrito', se ha de haber perdido.
Mes 18:
El otro día pasé por una escuela y vi a muchos niños y jóvenes como mis 'hermanitos'. Me acerqué, y un grupo de ellos, riéndose, me lanzó una lluvia de piedras 'a ver quien tenia mejor puntería'. Una de esas piedras me lastimó el ojo y desde entonces ya no veo con él.
Mes 19:
Parece mentira, cuando estaba más bonito se compadecían más de mí. Ya estoy muy flaco; mi aspecto ha cambiado. Perdí mi ojo y la gente más bien me saca a escobazos cuando pretendo echarme en una pequeña sombra.
Mes 20:
Casi no puedo moverme. Hoy al tratar de cruzar la calle por donde pasan los coches, uno me arrolló. Según yo estaba en un lugar seguro llamado 'cuneta', pero nunca olvidaré la mirada de satisfacción del conductor, que hasta se ladeó con tal de centrarme. Ojalá me hubiera matado, pero solo me dislocó la cadera. El dolor es terrible, mis patas traseras no me responden y con dificultades me arrastré hacia un poco de hierba a ladera del camino.
Mes 21:
Llevo 10 días bajo el sol, la lluvia, el frío, sin comer. Ya no me puedo mover. El dolor es insoportable. Me siento muy mal; quedé en un lugar húmedo y parece que hasta mi pelo se está cayendo. Alguna gente pasa y ni me ve; otras dicen: 'No te acerques' Ya casi estoy inconsciente; pero alguna fuerza extraña me hizo abrir los ojos. La dulzura de su voz me hizo reaccionar. 'Pobre perrito, mira como te han dejado', decía... junto a ella venía un señor de bata blanca, empezó a tocarme y dijo: 'Lo siento señora, pero este perro ya no tiene remedio, es mejor que deje de sufrir.' A la gentil dama se le salieron las lágrimas y asintió. Como pude, moví el rabo y la miré agradeciéndole me ayudara a descansar. Solo sentí el piquete de la inyección y me dormí para siempre pensando en por qué tuve que nacer si nadie me quería.
La solución no es echar un perro a la calle, sino educarlo. No conviertas en problema una grata compañía. Ayuda a abrir conciencia y así poder acabar con el problema de los perros callejeros.
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