12/07/2008
El maestro ha hablado. El maestro ha dicho que no está bien el giro hacia el centro, porque nos vamos a dar una hostia en la primera curva. El maestro también ha dicho que eso de ir poniendo jovencitos/as en puestos de relevancia, a costa de los fieles veteranos, viene a ser estúpido. El maestro no ha mencionado el nombre del estúpido, pero el estúpido se ha dado por enterado aunque disimule y haga como que no. Ha dicho más cosas, como que la Guerra de Irak fue una gran cosa para España, porque había que estar con los buenos. Y los buenos, como sabe el maestro que por definición es sabio, son los poderosos.
Pero lo más importante no es lo que dijo el maestro, sino lo que calló. El maestro no dijo que el partido necesitaba su regreso, pero quienes lo conocemos y sabemos interpretar sus cosas no dichas, lo intuimos. Y debo decir, amigos lectores, que lo no dicho por el maestro hizo que mi corazón se revitalizara, que mis pulmones volvieran a tomar aire y que mis ojos vieran la luz al final del túnel.
Sólo espero que su regreso se produzca antes de que nuestras filas hayan sido mermadas por los ataques del enemigo. Ya puedo ver las faldas al vuelo de las Sorayas y las María Dolores, por la rapidez de la huida. Mariano no correrá, no es su estilo y no creo que sepa, pero veremos como mesa su barba canosa (que dejadez frente al lustroso cabello negro del maestro) mientras ante sus ojos pasa toda su vida política, que si se resume a sus éxitos será un casi inapreciable flash en blanco.
Zapatero verá el fin de su reinado y Federico será relevado en el banquillo de los acusados por algunos ex ministros socialistas. Quizá tengamos suerte y Estados Unidos inicié una nueva cruzada contra el mal a la que podamos apuntarnos. Y lo voy a dejar aquí, porque se me empieza hacer la boca agua y eso nunca resulta elegante.
