El héroe Jesús Neira, se vuelca contra el Estatut y llama “fantoche” y “tonto de ahogarse” a Montilla
“Zapatero es un autoritario y un antidemócrata de mierda. Sí, sí. ¡De mierda!”
MARCOS PARADINAS
Jesús Neira, que alterna su papel de héroe contemporáneo con su cargo de presidente del Observatorio contra la Violencia de Género de la Comunidad de Madrid, por obra y gracia de Esperanza Aguirre, también saca tiempo para acudir a tertulias ultramontanas como El gato al agua, de Intereconomía. Es en debates como éste donde Neira da rienda suelta a sus opiniones e insulta a Zapatero, Montilla, Bono y a todo aquel que se separe de sus tesis.
El pasado viernes, Jesús Neira volvió a pasar por El gato al agua para hablar un poco de todo, o más bien insultar un mucho a todos. Desde luego, el más machacado por este prohombre no fue otro que Zapatero: “Porque el presidente del Gobierno es un autoritario antidemócrata de mierda ¿comprendes? Sí, sí. ¡De mierda!”
Montilla, “un fantoche”
Las críticas de José Montilla a Mariano Rajoy por recurrir el Estatut, y sus llamamientos institucionales a defender el texto, encendieron el ánimo de Jesús Neira. El conductor del programa intentó picarle, preguntándole si creía que Montilla era un “desahogao”. Pero no hacía falta el anzuelo, porque Neira se basta solo: “Es un fantoche, absolutamente tonto de ahogarse”.
Contra Bono
De hecho, a Neira también le ha molestado la defensa que del Estatut ha hecho recientemente el presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, por lo que le acusa de tener “una caradura como la copa de un pino”. Pero el súmmum de su argumentario se despliega cuanto toca hablar de Zapatero, una de sus bestias negras, y de sus promesas previas a aprobar el texto estatutario.
“Antidemócrata de mierda”
“Es una imbecilidad de impresión. Es que esto no se le ocurre ni al que asó la manteca. Porque el presidente del Gobierno es un autoritario antidemócrata de mierda ¿comprendes? Sí, sí. ¡De mierda! Porque esto no se le ocurre ni a un alumno de la facultad. Decir: ‘Vamos a aprobar lo que salga de aquí de Cataluña’. ¿Usted quién puñetas es?”.
El más cabal…
El único que se atrevió a llevar la contraria a Neira, y encima con argumentos, ambas cosas novedades en El gato al agua, fue Lorenzo Dávila. El economista le recordó al profesor que por mucho que dijera Zapatero, el Estatut pasó por una infinidad de filtros, desde el Congreso de los Diputados hasta su Comisión Constitucional, que cribaron lo más polémico. Neira, que tanto criticó a Montilla por enfrentarse con el TC, acabó, quizá descolocado, asegurando que “diga lo que diga el Tribunal Constitucional, ese Estatuto es inconstitucional de arriba abajo”.
… y el menos votado
Estas y otras explicaciones le valieron a Lorenzo Dávila ser el tertuliano menos votado por los espectadores de Intereconomía, con un 7% de apoyo. Minutos antes, sólo llevaba el 0% de apoyos, lo que le valió una reprimenda del presentador: “Tiene usted que entrenarse para estrenarse, pero entrénese con alguna crítica al señor Zapatero”. O que aprenda de Neira, que con sus insultos consiguió colocarse en segundo lugar, con el beneplácito del 21% de los espectadores.
15 enero 2010
ESPERANZA AGUIRRE, ANTES UN BUEN CANCER QUE UN MAL ORDENADOR
Dice nuestra querida doña Esperanza, que los ordenadores que propone el Ministerio de Educación para los estudiantes de nuestro país, no son suficientemente grandes, ni buenos, y que de utilizarlos acabarían todos ellos, los alumnos, no los ordenadores, con graves problemas de vista. Y en vez de darle la razón y loar la preocupación que siente por nuestros niños, la izquierda se lanza sobre ella acusándola de oponerse a cualquiera cosa que proponga el Gobierno, aunque ésta pudiera ser (sé que es un imposible) buena.
Pero imaginen por un momento que Esperanza tiene razón. Que los ordenadores son excesivamente pequeños, que los niños no son capaces de encontrar el dichoso icono para aumentar el cuerpo de la letra, (ya saben ustedes lo torpes que son los niños para la tecnología), y que en unos años tenemos millones de españoles cegatos. ¿Quién se acordará entonces de que ella fue la única que luchó por el bienestar de toda una generación? Porque nadie mejor que Esperanza para hablarles del peligro que suponen los hombres cortos de vista en miras de un provechoso futuro.
Pero no es por el odio que pueda sentir por los hombres cortos de vista, o con barba, o de cualquier otra condición, si no que lo que la mueve es la bondad. Fíjense ustedes si Esperanza es buena y defensora de causas imposibles, que por defender defiende el derecho de los fumadores a poder ejercer su noble vicio en locales cerrados y, si es necesario, llenos de no fumadores, es decir, en cualquier parte o lugar. Y no lo hace por oponerse al Gobierno, como dirán algunos malpensados, que está a punto de aprobar un nuevo proyecto de ley que prohibirá el tabaco en lugares públicos, si no de nuevo por su afán en la búsqueda del bienestar de todos. ¿No será mucho mejor que esos niños mueran de no muy mayores de un buen cáncer de pulmón, a que vivan muchos años, pero en un mundo que apenas alcanzan a vislumbrar?
BORJA MARÍA ZALLANA DE LOS ACEBOS
09/01/2010
Pero imaginen por un momento que Esperanza tiene razón. Que los ordenadores son excesivamente pequeños, que los niños no son capaces de encontrar el dichoso icono para aumentar el cuerpo de la letra, (ya saben ustedes lo torpes que son los niños para la tecnología), y que en unos años tenemos millones de españoles cegatos. ¿Quién se acordará entonces de que ella fue la única que luchó por el bienestar de toda una generación? Porque nadie mejor que Esperanza para hablarles del peligro que suponen los hombres cortos de vista en miras de un provechoso futuro.
Pero no es por el odio que pueda sentir por los hombres cortos de vista, o con barba, o de cualquier otra condición, si no que lo que la mueve es la bondad. Fíjense ustedes si Esperanza es buena y defensora de causas imposibles, que por defender defiende el derecho de los fumadores a poder ejercer su noble vicio en locales cerrados y, si es necesario, llenos de no fumadores, es decir, en cualquier parte o lugar. Y no lo hace por oponerse al Gobierno, como dirán algunos malpensados, que está a punto de aprobar un nuevo proyecto de ley que prohibirá el tabaco en lugares públicos, si no de nuevo por su afán en la búsqueda del bienestar de todos. ¿No será mucho mejor que esos niños mueran de no muy mayores de un buen cáncer de pulmón, a que vivan muchos años, pero en un mundo que apenas alcanzan a vislumbrar?
BORJA MARÍA ZALLANA DE LOS ACEBOS
09/01/2010
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