El pasado día 31 El Plural ya había adelantado lo que finalmente se confirmó. Un artículo de Marcos Paradinas afirmaba que “El juez más que amigo de Camps ultima el carpetazo al caso de los trajes”.
Está usted muy alegre señor Rajoy, tan alegre que la felicidad le desborda, o al menos esa es la imagen que quiere transmitir Sin embargo las razones de su felicidad son cuando menos cuestionables.
Dice usted señor Rajoy, exultante de felicidad y exhibiendo sonrisa digna de anuncio de dentífrico que “ha ganado la justicia, el sentido común y los vendedores de tila, porque hay algunos que, sin duda, están de los nervios” .
“Indicios razonables”
¿A qué se debe su alegría señor Rajoy?
¿Por qué está usted tan contento?
Acaso ignora usted que la Sala admite “indicios razonables” de que los regalos se aceptaron y es notorio que estos “indicios” dejan en muy mal lugar al presidente valenciano porque él en todo momento negó su existencia ya que afirmaba que “sus trajecitos se los pagaba él solito o como mucho con el dinero de la farmacia de su mujer”; no obstante califica usted al señor Camps de hombre honrado…
Según el tribunal valenciano “aunque existen indicios racionales y evidencias de que recibieron los regalos no queda acreditado si Camps los recibió como presidente de la Generalitat o como presidente del Partido Popular", vamos que se puede decir más alto pero no más claro:
¡Camps mintió descaradamente!
Es notorio que la Comunidad Valenciana está presidida por un mentiroso.
Dardo envenenado
“Mire usté” señor Rajoy, como diría el señor de la FAES en sus “tiempos de gloria”, si algo ha quedado claro para la ciudadanía, además del respeto hacia la decisión del TSJV, es que el señor Camps es un mentiroso porque aunque el TSJV archivó las diligencias es evidente que no se cree ni una sola palabra de las pronunciadas por Camps y que su decisión se convierte en un dardo envenenado porque confirma que los regalos existieron y que el señor Camps los aceptó con sumo gusto a pesar de que había afirmado vehementemente su inocencia en lo referente a la aceptación los mismos.
La honradez de un político mentiroso
Señor Rajoy, no se entera usted de nada o es usted un cínico, porque cómo explicar sino su alegría porque siga en el cargo un político mentiroso que acepta regalos de los presuntos mafiosos de la Gürtel, cifrados en miles de euros a lo largo de varios años.
Los ciudadanos señor Rajoy, ya que somos libres para sopesar los acontecimientos, nos cuestionamos que una vez más política y judicatura hayan caminado de la mano y que alguien que es considerado por el judiciable “más que un amigo” estuviese al frente del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana porque no podemos ignorar que el presidente del tribunal y el señor Camps ¡son amiguetes!
Los ciudadanos nos preguntamos si es ético que un presidente autonómico acepte regalos de los integrantes de una trama de corrupción y nos cuestionamos la honradez, es misma honradez de la que usted señor Rajoy hace gala, de un presidente que hablaba de “escaloncitos y ratitos” porque su confianza ciega en la amistad del juez que presidia el tribunal valenciano le resultaba tranquilizante de cara a la resolución de su caso.
Pilar Rego es educadora social y bloggera