En plena recesión mundial, la economía de Bolivia, con los mayores índices de pobreza del continente americano, ha crecido a un promedio del 5,2% desde que gobierna el actual presidente, Evo Morales
La pobreza y la escasez de infraestructuras son los males endémicos de la economía boliviana.
Hoy se celebran las elecciones en Bolivia y sus ciudadanos van a decidir si revalidan o no el mandato al líder indigenista y actual presidente del Gobierno, Evo Morales. Dejando aparte los matices políticos y culturales que rodean a la figura de Morales, los resultados económicos de su gestión le avalan: desde que gobierna, el PIB boliviano ha crecido más que en las tres últimas décadas, a un promedio del 5,2%.
El crecimiento porcentual de la economía del país andino en 2009 "es el más alto del hemisferio" según un informe publicado por el centro estadounidense para la Investigación Económica y Política (CEPR, en inglés).
El codirector de CEPR y autor principal del informe, Mark Weisbrot, dijo que las políticas del presidente, Evo Morales, "han sido claves", y destaca un factor por encima de todos: "La recuperación del control de los recursos naturales por parte del Gobierno".
"Recuperar el control de los recursos naturales ha sido clave"
No lo ha tenido fácil. Dos años después de su elección, En 2008 alcanzaba su mayor crecimiento registrado, un 6,2%, alcanzando en el tercer trimestre del año un tope del 7,1%, según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI), cuando sobrevino el crash mundial que hundió a todas las economías del planeta.
Las previsiones del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas de Bolivia para este 2009 son más moderadas, ya que estiman un crecimiento de entre el 3% y el 4%. Con estas estimaciones, y con las del FMI, que proyecta un 2,8%, seguiría teniendo el mayor crecimiento del hemisferio.
La crisis y el boicot de la administración Bush dificultaron las medidas de Evo Morales
La crisis mundial no ha sido el único obstáculo en esta evolución. Desde que Evo Morales asumiera el mando la administración del presidente Bush se mostró hostil hacia Bolivia. Además de expulsar al Embajador de Bolivia, el 26 de septiembre de 2008, la administración de Estados Unidos suspendió las preferencias comerciales para Bolivia bajo la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas y de Erradicación de Drogas (ATPDEA, por sus siglas en inglés). "La razón oficial fue que Bolivia no había cooperado suficientemente en la guerra contra las drogas", explica Weisbrot. Pero lo cierto es que, según el informe de las Naciones Unidas de 2008, la cultivación de coca en Bolivia había incrementado solamente un 5%, comparado con un 27% en Colombia, el mayor beneficiario de ayuda estadounidense en la región.
Dice el informe que, ante estas dificultades, el gobierno de Morales realizó una "reforma fiscal efectiva". Bajó en casi 6 puntos la presión fiscal y aumentó la inversión pública del 6,3% al 10,5% en 3 años. El resultado de esta política, según Weisbrot," se traduce en un incremento de los ingresos para el gobierno en casi un 20% del PIB". Es una cifra "enorme" si se tiene en cuenta que el ingreso medio del Gobierno federal de Estados Unidos en los últimos 40 años ha sido del 18,7% del PIB. "La mayoría de los ingresos provienen del aumento de los ingresos por hidrocarburos y la nacionalización de la industria", sostiene el informe.
Inversión pública
La inversión pública en Bolivia ha aumentado en más de 4 puntos porcentuales, al pasar de significar el 6,3% del PIB al 10,5%. Una parte muy importante, 1,5 puntos, han sido destinadas por el gobierno de Morales en infraestructuras, una carencia que mina las posibilidades de expansión del país. Según el Banco Mundial, los costos del transporte en Bolivia son hasta 20 veces mayores que en Brasil.
La extrema pobreza
En los últimos tres años el gobierno andino inició varios programas para los ciudadanos más pobres, un problema hasta el momento endémico en el país y en el que Morales apenas ha conseguido avanzar.
La extrema pobreza, una de las más altas del mundo, es su asignatura pendiente
La apuesta para revertir esta situación han sido los subsidios a las familias pobres para aumentar la matriculación, la expansión de pensiones públicas para aliviar la pobreza extrema entre la población adulta y subsidios a las mujeres con hijos para intentar reducir la mortalidad infantil.
De este modo, el gobierno de Morales otorga 200 bolivianos (29 dólares) a cada niño que no abandonen los estudios, los ancianos en condiciones de pobreza reciben al año 1.800 bolivianos (258 dólares) y a las madres les otorga hasta 200 bolivianos para revisiones médicas de los niños.
JESÚS MORENO - 06/12/2009 12:22
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