Israel inicia el ataque terrestre en Gaza
Jerusalén / EFE.- El Ejército de Israel invadió anoche Gaza tras lanzar a lo largo de la jornada 150 bombardeos aéreos y de artillería para preparar la entrada de las tropas en la franja palestina. Hay al menos 20 muertos entre los pobladores y se habla de nueve militares israelíes fallecidos y cinco secuestrados.
Hacia las 19.30 GMT, columnas de tanques y soldados hebreos penetraron por el norte y el este de Gaza, en lo que supone la segunda fase de la operación Plomo Fundido, cuyo objetivo es “asestar un duro golpe a Hamas”, según el Ejército israelí.
Desde entonces, el sonido de los bombardeos y los disparos de ametralladora de los tanques podían oirse desde un mirador situado en territorio israelí, a escasos tres kilómetros de la franja.
El cielo nocturno de Gaza se iluminaba en ocasiones por alguna brutal explosión o por la estela de los proyectiles lanzados por la Fuerza Aérea, que ocasionaron varios incendios.
Cientos de tanques y vehículos blindados, así como al menos 10.000 soldados, participan en la invasión de una Gaza a oscuras, donde millón y medio de personas se hacinan en un territorio de 40 kilómetros de largo por 10 de ancho y del que no pueden huir.
“No será fácil ni breve, pero estamos determinados”, dijo el ministro de Defensa, Ehud Barak. Al mando de la operación está el general Yoav Galant, quien lidera una poderosa combinación de infantería, ingenieros y artillería apoyada por la Fuerza Aérea, la Marina y distintas agencias de Inteligencia y Seguridad.
“Los efectivos que participan en la operación están muy entrenados y se han preparado para esta misión durante un largo periodo de tiempo”, subrayó el Ejército en un comunicado.
En frente, las milicias palestinas cuentan tan sólo con su conocimiento del terreno, su motivación y sus trampas y minas emboscadas para responder a un Ejército muy superior en número y, sobre todo, en capacidad armamentística y tecnológica.
El brazo armado del movimiento islamista Hamas, las Brigadas Al Kasam, difundió desde Gaza un comunicado a los medios en el que advertía al Estado judío que “pagará muy cara” su invasión a la franja palestina.
“El enemigo sionista se está acercando a la trampa que nuestros luchadores habían preparado para sus soldados y tanques”, indica la nota, y añade que Israel “va a encontrarse con sorpresas y va a arrepentirse de llevar a cabo una operación como ésta. Nuestros militantes están esperando pacientemente para enfrentarse con los soldados cara a cara”.
El jefe del Hizbulá, jeque Hassan Nasralá, instó ayer mediante una videoconferencia: “Nuestros hermanos de la resistencia palestina saben cómo causar el mayor daño posible al enemigo israelí durante la confrontación terrestre, que les permitirá ganar la batalla”.
Ahora que juegan en casa, los grupos armados palestinos confían en causar a Israel todas las bajas que no han podido en los últimos siete días, en los que sólo podían esconderse de los bombardeos aéreos.
La operación se prevé un golpe certero a la infraestructura humana y material de fabricación y lanzamiento de cohetes y proyectiles de mortero contra el sur de Israel, donde ayer cayeron una veintena hasta que los tanques hebreos entraron en escena.
Israel corre el riesgo de perder un buen número de soldados en este “cara a cara” con los milicianos de Gaza, con el consiguiente costo de imagen frente a una opinión pública que ve el Ejército como un auténtico pilar de su identidad nacional.
No obstante, los analistas políticos y militares coinciden en que las tropas israelíes no han entrado en Gaza para quedarse, entre otros motivos, porque tendrían que hacerse cargo de una población empobrecida y a la que someten a un férreo bloqueo. El Estado judío tampoco aspira a detener por completo los proyectiles palestinos, sino a “intensificar el duro golpe ya propinado a Hamas y tomar el control del área donde se originan la mayoría de ataques con cohetes contra Israel para reducir su número”, según el brigadier general Avi Benayahu.
Hasta antes de la invasión, las bajas ascendían a 441 muertos y a 2.285 los heridos, según fuentes oficiales en la franja palestina. Entre los 441 muertos se encuentran al menos 75 niños y 37 mujeres.
El Director del hospital Al Shifa y Viceministro de Sanidad de Hamas sostuvo que 20 personas murieron en las dos primeras horas de combates de ayer, que de acuerdo con la televisión israelí, Canal 2, causaron “decenas de muertos” entre los milicianos palestinos. Y al menos hay medio centenar de heridos.
La radio de Gaza cifraba en nueve los muertos en las filas militares de Israel, que habrían sufrido, aseguraron fuentes de Hamas, el secuestro de cinco soldados. Ninguno de estos datos fueron confirmados por el Ejército.
Los Estados imperialistas se apoyan entre sí
El Estado francés y la Unión Europea que ha presidido durante los últimos 6 meses tienen una grave responsabilidad en esta situación por haber incrementado la colaboración con el Estado israelí al tiempo que éste se esforzaba por estrangular política y económicamente a Gaza y reforzaba la colonización de Cisjordania. A pesar de la situación dramática en la que se encuentra la población palestina, Sarkozy recibía el 1 de enero a la ministra de exteriores israelí, Tzipi Livni, mostrando así su apoyo a los ataques israelíes. La clase dirigente y los medios colocan en un mismo plano los actos de la resistencia palestina y las acciones militares coloniales israelíes, queriendo justificar así a estas últimas. Israel puede así, con total impunidad, cometer masacres y otros crímenes, sin que haga nada por ponerle freno la clase dirigente de nuestro país.
¡Extendamos la lucha anticolonialista!
Para sostener la resistencia palestina y conseguir que los Estados occidentales se desvinculen de Israel, debemos darle una dimensión masiva a la lucha anticolonial. Organizando y construyendo un movimiento fuerte a nivel internacional, podemos parar los crímemes de Israel.
¡Demostremos nuestra solidaridad con la lucha del pueblo palestino y con los militantes anticolonialistas israelíes!
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