BORJA MARÍA ZALLANA DE LOS ACEBOS
17/01/2009
No vamos a calcular cuantos muertos orientales equivalen a un occidental, pero estoy seguro que ustedes me entienden
El tradicional derecho de Occidente a la masacre
Defender al Estado de Israel en esta España de Zapatero se ha convertido en un acto poco menos que heroico. Las fuerzas políticas de izquierda, con la connivencia de una gran mayoría de las fuerzas sociales, están empeñadas en la defensa ciega, sin condiciones, de una Palestina regida por terroristas dispuestos a cualquier cosa con tal de conseguir el objetivo de hacer desaparecer de la faz de la Tierra a Israel.
El argumento que ha utilizado Zapatero para justificar sus críticas al gobierno de Olmert es la presunta desproporción del ataque judío. Es un argumento falaz, como no se cansan de repetir Federico y Pedro J. en nuestro programa radiofónico favorito de la mañana. Porque si bien es cierto que más de mil muertos, la mitad de ellos civiles, en su mayoría mujeres y niños, es una cantidad digamos que suficiente para conmover las conciencias más sensibleras, no se debe achacar a una desmesura en el ataque, sino a una eficiencia desmesurada, asunto bien diferente.
El ataque israelí está más que justificado por los constantes lanzamientos de cohetes Kazan sobre territorio israelí, que en estos últimos cuatro años han provocado la escalofriante cifra de casi ocho muertos. Pero ocho muertos de los nuestros, occidentales como usted y como yo. Y no vamos a hacer comparativas de cuantos muertos orientales equivalen a un occidental, pero estoy seguro que ustedes me entienden.
Pero lo que más me duele, más que las injustificadas acusaciones de nuestro gobierno a Israel, es el silencio de los hombres de Rajoy, de los miembros de mi propio partido. Todos sabemos que en España defender a los débiles da votos, pero ello no justifica el abandono del deber de la defensa de los valores occidentales. Si ahora no defendemos el arraigado derecho de Occidente a masacrar a los pueblos bárbaros, ¿qué futuro le espera a nuestra cultura judeocristiana?
No hay comentarios:
Publicar un comentario