28 abril 2008

OBESIDAD MORBIDA

Unos 400.000 españoles padecen obesidad mórbida
Esta enfermedad se puede curar con una operación de reducción de estómago
Amenaza con convertirse en la epidemia del siglo XXI y su solución requiere una intervención quirúrgica. Se trata de la obesidad mórbida, que sufren unos 400.000 españoles. En el conjunto del país, se calcula que más del 53% de la población padece sobrepeso y el 14,5%, obesidad.
El Hospital Clínico de Barcelona es un centro pionero en España en la cirugía de la obesidad mórbida. Cuando termine el año prevé haber realizado unas 200 intervenciones de reducción de estómago, un tipo de operación complicada que, sin embargo, supone en muchas ocasiones la única solución para los pacientes con este problema.
Antonio de Lacy, jefe de la sección de Cirugía Digestiva del Clínico, advierte de que la operación debe ser el último recurso al que acudir, una vez se han agotado todos los medios terapéuticos para intentar reducir peso.
Actualmente, el centro barcelonés tiene una lista de espera de aproximadamente un año y medio, periodo que se ha reducido considerablemente -en la última década el plazo para operarse llegaba a los diez años- gracias a un programa que firmó con la Generalitat y que ha permitido aumentar la capacidad de intervención quirúrgica del hospital hasta las cifras actuales.
En cualquier caso, De Lacy cree que son necesarios más centros especializados en esta patología para atender la gran demanda existente.
Antecedentes
La incidencia de la obesidad y el sobrepeso sigue incrementándose de manera alarmante en todo el mundo, tanto en los países desarrollados como subdesarrollados. Los actuales factores ambientales, la gran disponibilidad de alimentos ricos en calorías y una vida más sedentaria -caracterizada fundamentalmente por una disminución de la actividad física- son los mayores contribuyentes de la epidemia de la obesidad.
En los últimos años la obesidad mórbida se suma a esta epidemia mundial. Es muy difícil establecer cifras exactas ya que el fenómeno que data de pocos años. El gobierno de los Estados Unidos estima que en este país el 4.7 por ciento de la población se halla dentro de esta clasificación de la obesidad. En Latinoamérica, todavía no existen datos oficiales sobre la incidencia de obesidad mórbida, pero se cree que la cifra va en aumento año a año.
La obesidad está determinada por un porcentaje de grasa corporal anormalmente elevada, tanto si es generalizada o localizada. El indicador más utilizado para clasificar la obesidad es el Índice de Masa Corporal (IMC), que relaciona el peso en kilogramos con la talla expresada en metros, elevada al cuadrado (kg / (mts)2). Según esta clasificación, se considera obesidad mórbida a aquella que presenta un IMC mayor o igual a 40. A los individuos con un IMC de 50 se los clasifica como “super obesos”, considerándolos como resistentes a cualquier tratamiento. A medida que aumenta el grado de obesidad, crecen los riesgos asociados a esta patología que incluye el riesgo de muerte.

Causas
La obesidad es el resultado de un balance positivo entre las calorías consumidas y la energía gastada. Los factores genéticos, psicológicos y ambientales influyen en el peso corporal, pero todavía se desconocen los mecanismos que interactúan para determinar el peso de una persona.
A continuación se presentan los factores más influyentes sobre el peso corporal:
Factores genéticos: según distintas investigaciones, se cree que los genes determinan el 33por ciento del peso corporal; auqnue esta contribución varía de persona a persona.
Factores ambientales: están relacionados con el estilo de vida que involucra hábitos alimentarios y practica de actividad física. En la actualidad, existe una gran disponibilidad de alimentos ricos en calorías a un bajo costo. Esto, unido a la tendencia al sedentarismo, acentúa la patología.
Factores psicológicos: los atracones son el trastorno psiquiátrico que puede desencadenar la obesidad mórbida. Los pacientes que sufren de este fenómeno se caracterizan por consumir sin control excesivas cantidades de comida en un corto tiempo. Un tercio de las personas con obesidad mórbida padece este tipo de trastornos.
Otras causas: algunas enfermedades como el hipotiroidismo, el Síndrome de Chushing y algunos trastornos neurológicos pueden causar un excesivo aumento de peso, así como también algunas drogas entre las cuales se encuentran los esteroides y antidepresivos.
Riesgos
Las enfermedades más frecuentemente asociadas con la obesidad mórbida son la diabetes tipo II, la enfermedad coronaria, las dislipidemias y la hipertensión arterial.
La enfermedad coronaria es la causa más frecuente de muerte en estos de pacientes. Las dislipidemias y la hipertensión arterial, factores de riesgo de la enfermedad coronaria, se presentan en obesos con una frecuencia del 40 por ciento.
En el caso de la diabetes tipo II, la frecuencia en la obesidad mórbida es del 30 por ciento. Por otra parte, el riesgo de padecer esta enfermedad aumenta 10 veces más que en personas con peso normal. El síndrome de apnea (cesación de la respiración) y la elevación de la uricemia alcanzan alrededor del 10 al 15 por ciento de los casos. Existe también una mayor frecuencia de cáncer de endometrio, que -se cree- puede ser producido por un desbalance hormonal. También hay más prevalencia de cáncer colorectal, para el cual aún no se ha hallado ninguna explicación consistente.
Otras afecciones destacables son la osteoartrosis grave en articulaciones de carga, y algunos trastornos del tubo digestivo como el reflujo esofágico, la hernia de hiato, la colelitiasis y la esteatosis hepática. Específicamente en en mujeres, también se observan problemas relacionados con el aparato reproductor, tales como la poliquistosis ovárica, la infertilidad y la mortalidad perinatal.
Todas estas patologías asociadas reducen significativamente la expectativa de vida en la obesidad mórbida. Según las tablas elaboradas por compañías de seguros se ha establecido que los individuos con obesidad mórbida entre los 16 y los 40 años tienen una probabilidad de morir mayor al 200 por ciento, comparados con individuos sin ese riesgo.
Tratamiento
Las complicaciones y la co-morbilidad causadas por la obesidad mórbida, son la principal razón por la cual estos pacientes deben encarar un tratamiento adecuado. Se demostró que una reducción del 10 por ciento del peso corporal reduce los riesgos asociados a esta enfermedad.
Actualmente se recomienda que el objetivo del tratamiento se centre en un descenso de peso de aquel 10 por ciento. Esto, además, ayuda al mantenimiento del peso perdido, en el largo plazo. La elección del tratamiento se debe basar en las características individuales de cada paciente, y los distintos profesionales (médicos, nutricionistas, preparadores físicos, psicólogos y cirujanos) pueden orientar al enfermo a elegir el tratamiento más adecuado.
Existen distintas estrategias que pueden aplicarse en la obesidad mórbida, tales como el tratamiento dietético, la actividad física, la terapia conductual, tratamientos a base de drogas y la cirugía bariátrica. La elección se centra en uno de ellos o la combinación de varios.
Actualmente, el tratamiento más adoptado por la mayoría de los pacientes y que obtuvo resultados eficaces, más allá de los riegos, es la cirugía bariátrica. Se recomienda para aquellas personas con un IMC mayor o igual a 40, o en individuos con un IMC de 35, que presenten alguna patología asociada.
Existen dos tipos de cirugía, una restrictiva, que se lleva a cabo en estómago y produce una limitación de la ingesta; y otra, una técnica mixta que actúa sobre el estómago y el intestino. Esta última presenta mejores resultados a largo plazo, pero mayores riesgos de mala absorción y complicaciones.
Según un estudio sueco, que todavía no concluyó, el riesgo de mortalidad es nueve veces mayor en los pacientes obesos no operados, y la incidencia de diabetes es de 0.2 por ciento para los operados, contra el 6.3 por ciento de los no operados.

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