PP E INDEPENDENTISTAS, JUNTOS CONTRA EL ESTATUT

BORJA MARÍA ZALLANA DE LOS ACEBOS
28/11/2009

PP e independentistas, juntos contra el Estatut

Estamos que no cabemos de gozo ante las noticias, parece que cada vez más fiables, de que el Tribunal Constitucional se pronunciará de forma negativa sobre algunos aspectos esenciales del Estatuto de Cataluña.

Pero tienen estos días algo novedoso y extraño porque, por primera vez desde que tengo uso de razón política, es una alegría que debemos compartir con nuestros más acérrimos enemigos.

No sé cómo explicarles la extraña sensación, pero es agridulce. Por un lado placentera, porque sabemos que con una sociedad catalana dividida entre soberanistas y españolistas, tenemos una clara ventaja sobre el
PSOE. Pero por otro debo reconocerles un cierto temor a que no hayamos calculado bien el riesgo, de hecho no sería la primera vez que se equivocan nuestros analistas, y el asunto acabe por írsenos de las manos.

Las mentes más preclaras de la FAES aseguran que no tenemos otra opción.

Porque lo que desde luego nos perjudica, sin ningún género de duda, es un Estatuto suficientemente satisfactorio como para que se convierta en un instrumento al servicio de los partidos que representan a esa amplia mayoría de catalanes, que quiere una convivencia equilibrada en una España plural. En ese modelo de España ni nosotros, ni los partidos nacionalistas más radicales, tenemos mucho que pescar.

Veo que a mi alrededor todo son alegrías, a Mariano se le hace la boca agua ante la avalancha de votos que pueden pasar a nuestras filas en
Cataluña, pero sobre todo en el resto de España; Pedro J. se pasa el día con la calculadora haciendo números sobre si el presumible aumento de ventas de diarios ante una situación de zozobra será suficiente para tapar las deudas que ha provocado a la editora, y hasta a Vidal Cuadras le he visto como se le escapaba alguna sonrisa al ponerse la capa antes de salir volando por la ventana a la caída del Sol. Pero que quieren, llámenme antiguo, pero no me veo yo descorchando una botella de champán para compartirla con Laporta y compañía.