El ambiente dentro del PSOE está caldeado pero la dirección federal lo niega y asegura que no hay ni desconcierto ni discrepancias internas ante las controvertidas decisiones que está tomado casi en clave personal el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Pero el próximo sábado, en la reunión del Comité Federal, se verá si realmente hay esa cohesión de la que presumen en Ferraz. Tanto Leire Pajín como José Blanco se están esforzando para que el cónclave transcurra en un clima “positivo” y de ‘cierre de filas’ con el líder socialista para no dar más ‘carnaza’ al PP. No obstante, muchos dirigentes tomarán la palabra para exigir al Gobierno “más pedagogía” para explicar las medidas anticrisis, algunas tan controvertidas como la subida de impuestos sobre la que a día de hoy se sabe muy poco.
Ya lo advirtió vicesecretario general José Blanco. El Comité Federal que se celebra el próximo sábado en la sede del PSOE será “positivo y de mirada hacia delante”. Y es que los dirigentes socialistas no quieren poner en bandeja al PP titulares que luego son utilizados contra el Gobierno, como han hecho esta semana Mariano Rajoy y el portavoz en el Senado, Pío García Escudero, en los ‘duelos’ parlamentarios que han mantenido con el presidente José Luis Rodríguez Zapatero.
Por ello en Ferraz esperan que los todos dirigentes que pidan la palabra para ‘hablar del Gobierno’, lo hagan en clave “constructiva”, como aseguran que lo han hecho hasta ahora, y se demuestre que no hay división interna sino el cierre de filas con el Ejecutivo y su gestión.
“La autocrítica es buena, lo que no es bueno es la deslealtad, ir criticando por los pasillos a la dirección del partido o al Gobierno y luego no dar la cara en las reuniones de los órganos internos”, opinaba a este diario el otro día un veterano diputado que antaño ha tenido en el PSOE importantes responsabilidades orgánicas.
Sobre el discurso del líder del PSOE no se esperan grandes novedades. Optimismo sobre la lenta recuperación de nuestro país pese a los malos augurios de todos los informes hechos públicos por los organismos internacionales, y defensa a ultranza de su política económica. Y, si acaso, un ‘tímido’ reconocimiento de algunos 'errores' o que quizá no han sabido explicar suficientemente a la opinión las medidas de choque contra la crisis, más dura en España que en otros países de la UE por culpa del ‘ladrillo’. En este sentido, se espera que Zapatero pida a todos los dirigentes que le ayuden y se esfuercen en explicar que el aumento de los impuestos anunciado -pero no concretado- será transitorio y está justificado para poder mantener el enorme gasto público que supone la ayuda a los parados y el mantenimiento de las políticas sociales.
El orden del día no puede ser más escueto ya que solo se ha anunciado la intervención en abierto de Rodríguez Zapatero aunque se supone que después la secretaria de Organización, Leire Pajín, expondrá ante el Comité Federal un informe de gestión del trabajo de estos últimos meses y de lo que está preparando el partido para el próximo trimestre.
Entre otras cosas, la dirección del PSOE quiere comenzar a preparar ya las elecciones municipales y autonómicas para las que quedan más casi dos años, salvo en algunas comunidades, como Cataluña, que se celebran antes.
Algunos dirigentes, como el secretario general del PSM, Tomás Gómez, creen necesario que se designe este mismo otoño a los candidatos y candidatas que ocuparán las cabezas de cartel para estos comicios, como ya está haciendo el PP en muchos lugares. Gómez, lógicamente, se refiere a Madrid, en donde persiste la incógnita de quien será el rival de Alberto Ruiz Gallardón, dado que se supone que él será el que se enfrente a Esperanza Aguirre, candidatura que, por cierto, tampoco está ‘oficializada’.
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